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Guerra comercial como estrategia de negociación
Vie, 14/02/2025 - 09:30

Roberto Vega Massó

Roberto Vega Massó, Director de MBA Executive y Postgrados de la Facultad de Negocios y Tecnologías de la Universidad Gabriela Mistral
Roberto Vega Massó

Director de MBA Executive y Postgrados de la Facultad de Negocios y Tecnologías de la Universidad Gabriela Mistral.

Los vertiginosos primeros días del segundo gobierno de Donald Trump han demostrado que las promesas de campaña se están cumpliendo religiosamente. Una de ellas era la de generar una política proteccionista para los productos estadounidenses, acción que ha llevado a que algunos analistas planteen un escenario de una latente (y catastrófica) guerra comercial. En este contexto resulta a lo menos paradójico que, al igual que en el primer mandato de Trump, sea China quien critique y defienda la necesidad de una amplia libertad de comercio.

No obstante, las amenazas de altos aranceles (y también para países que no acepten ciertas reglas migratorias) se vislumbran como una forma de negociar ya conocida. Esto es, generar una fuerte amenaza para luego, una vez que el adversario se vea derrotado, establecer condiciones distintas. Basta recordar que, en su primera administración, Trump encontró su antagonista en Kim Jong-Un (a quién apodó como “Rocket Man” por sus constantes amenazas con misiles contra sus vecinos de Corea del Sur) para terminar reunidos amistosamente en una cumbre en la Zona de Exclusión, algo impensado para sus antecesores.

Otra faceta de esta forma de negociar es la de ser visto como autoridad. Demuestra la convicción de que el volumen de acciones y la fuerza, son una estrategia en sí mismas. La tercera es la estrategia de cerco, es decir impulsar muchas decisiones que no den espacio a sus adversarios a responder. El exasesor y estratega de Trump, Steve Bannon, en 2019 instaló el guion que se ha consumado en estas semanas. En una entrevista a la PBS afirmó que “el partido de la oposición son los medios de comunicación. Y los medios solo pueden, porque son tontos y perezosos, centrarse en una cosa a la vez. Lo único que tenemos que hacer es inundar la zona”. Es decir, copar la agenda noticiosa con órdenes ejecutivas, anuncios y medidas con la mayor velocidad posible para minimizar el tiempo de análisis ciudadano, ni entregar mayor opción de respuesta a la oposición.

¿Es signo de autoridad? Independientemente de su credibilidad en la toma de decisiones, estas tácticas son el resultado de una estrategia muy bien estudiada, cuyos alcances también conllevan el reposicionamiento de los Estados Unidos como líder mundial. Fareed Zakaria no se equivoca cuando sostiene que la pérdida del poderío estadounidense nunca será absoluta, sino relativa. Trump y sus asesores entienden esto muy bien, y parecen estar aplicando el guión a la perfección.

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