“No hay mejor maestro que la historia para determinar el futuro... Hay respuestas que valen miles de millones de dólares en un libro de historia de 30 dólares”. La frase de Charlie Munger (vicepresidente de Berkshire Hathaway), nos recuerda lo valioso de echarle un vistazo al pasado que siempre atesora importantes lecciones.
El reciente y lamentable conflicto entre Israel y Hamás conlleva además de las irreparables pérdidas humanas, implicancias de mercado que se extienden más allá de dichas geografías (Estados Unidos, China, Rusia y Ucrania, por ejemplo). Un efecto probable sería la subida el precio de petróleo en dólares por la expectativa de que Irán (quien posee reservas) pueda verse implicado en el conflicto y ser objeto de sanciones o interrupciones que reduzcan la oferta de crudo. Lo anterior no se ha materializado —felizmente— y el precio de crudo (por debajo de US$ 80 por barril) está en sus mínimos de los últimos tres meses.
Un shock de oferta de este recurso impactaría en la inflación y tasas de referencia. Impactos en expectativas de tasa de política monetaria hacen “danzar” a las distintas clases de activos, danza que hemos experimentado el presente año con cambios constantes de expectativas y repercusiones en los mercados de renta fija y accionario.
Riesgos geopolíticos como el anterior (guerras e impactos de ataques terroristas) han estado presente a lo largo de centenios y han impactado a los mercados. ¿qué tenemos para aprender?
En primer lugar, existe un matrimonio —y no de los buenos— entre conflictos y mercado de capitales. Los conflictos impactan las economías de forma directa por las restricciones (financiamiento, sanciones, recursos naturales) que pueden imponer sus contrincantes afectando el crecimiento y precios con impactos en los activos financieros. Por ejemplo, el conflicto Rusia Ucrania afectó el precio de energía y generó un espiral de inflación y una marcada volatilidad en los mercados financieros (con caídas de doble dígito en acciones y bonos de entre 10% a 20%).
Una reciente monografía del CFA Institute (Geo-economics, 2021) nos presenta importantes hallazgos respecto del comportamiento de activos financieros en presencia de conflictos:
- Caída de acciones: el hallazgo más recurrente es una caída en el precio de las acciones, en promedio presentan un decrecimiento de 3,4%
- Activos refugio: activos como bonos de tesoro y petróleo suelen proveer una cobertura ya que suelen experimentar un rally (incremento de valor) en periodos de conflicto.
Existen estudios que calculan portafolios óptimos en periodos de paz y guerra que ajustan su asset allocation según cada periodo y nos brindan ideas para tener una mejor cobertura y comportamiento de nuestros portafolios en épocas de guerra.
El rol de la geopolítica en economía y mercados financieros es cada vez mayor. Los inversionistas con la capacidad de monitorear e identificar riesgos geopolíticos están en mejor posición que otros para adaptar su portafolio contra dichos riesgos.