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Inteligencia artificial e inversiones: el futuro presente
Mié, 14/08/2024 - 13:56

José Luis Cabrera Fuster

¿Cómo analizar y utilizar los ETF?
José Luis Cabrera Fuster

CFA, CIO de El Dorado SAF S.A.

“La máquina más poderosa es aquella que puede pensar por sí misma, pero también la más peligrosa”, frase del célebre libro Yo Robot (Isaac Asimov) en la ya lejana década de los 50, ponía en relieve al mismo tiempo el poder de las máquinas y los peligros inherentes de las nuevas tecnologías.

La inteligencia artificial (IA) puede ser definida como la habilidad de las computadoras para resolver problemas como lo haríamos los humanos y con la capacidad de aprendizaje autónomo. La última generación (IA generativa) puede crear contenido original, como texto, imágenes, video, audio o códigos, en respuesta a una instrucción. Su ritmo de adopción ha sido sorprendentemente veloz. Por ejemplo, ChatGPT tras sus dos primeros meses de lanzamiento alcanzó los 100 millones de usuarios.

Una IA poderosa

El avance de la IA supone un impacto profundo que transformará como trabajan todas las industrias; incluyendo —por supuesto— la financiera. La complejidad de los mercados, el uso intensivo de data y los márgenes comprimidos, brindan amplio espacio para utilizar la IA para ganar eficiencia, innovar y crear valor de una forma tal que difícilmente podríamos los humanos. Al fin y al cabo, las máquinas no se enferman, piden vacaciones y pueden trabajar 24/7 con una eficacia de vértigo.

La IA ha sido utilizada predominantemente en buscar eficiencias en procesos (back, middle y front office), en analizar data y producir indicadores, en construcción de portafolios, y; en soporte de procesos de onboarding de clientes. 

Una reciente encuesta de EY a las principales firmas de inversión advierte que el uso de IA está migrando de enfoque hacia la generación de retornos superiores (alpha) y al mundo de la asesoría de inversión. Por ejemplo, en el caso de Morgan Stanley (Money US News) el 98% de los asesores financieros han adoptado un asistente IA. Por otro lado, Vanguard utiliza asesores robot (robo advisors) para generar portafolios de retiro personalizados para sus clientes.

Un futuro muy cercano

En el futuro muy cercano, la IA podrá ser utilizada para interactuar a gran escala con clientes y personalizar su experiencia siendo capaz de entender el “sentimiento” de los inversionistas y adaptar el lenguaje y respuestas a dicha diversidad. La capacidad de brindar experiencias personalizadas es única.

¿La rebelión de las máquinas?

La nueva tecnología no está exenta a riesgos (legales, reputacionales y financieros), por lo que las compañías deben establecer robustas medidas de control para su adecuada utilización. No en vano, a finales de 2023 la SEC (regulador americano) solicitó a asesores de inversion información de cómo usan y monitorean esta tecnología. Los riesgos se centran en sesgos de información, conflictos de interés e incluso en la posibilidad de generar inestabilidad en los mercados. Una crisis financiera generada por IA suena descabellada, pero podría no serlo tanto.

La IA está para quedarse. Las firmas qué sepan adoptarla mejor tendrán una ventaja enorme. Los retos están en la integración, capacitación del personal y una adecuada estructura de gobierno. Confiar ciegamente, sin los controles adecuados, podría tener consecuencias funestas que podrían asemejarse —esperemos que no— a una película de un futuro distópico de un domingo por la tarde.

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