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Inteligencia Artificial: ¿Es posible fomentar la innovación y potenciar la equidad social?
Vie, 27/09/2024 - 08:30

Pablo Rossel

Pablo Rossel cgs lATAM
Pablo Rossel

CEO de CGS LATAM

La transformación digital ha revolucionado diversas industrias, siendo los call centers un claro ejemplo de cómo la implementación de bots y herramientas de inteligencia artificial (IA) ha creado nuevas oportunidades, incrementando la eficiencia y productividad y abriendo "océanos azules" de innovación y desarrollo. Es decir, este avance ha permitido a las empresas explorar nuevos mercados y formas de crear valor.

Sin ir más lejos, un estudio de Goldman Sachs Research sugiere que en diez años la IA podría automatizar hasta el 25% de todas las labores, lo que daría pie a un aumento de la productividad del 9%, lo que claramente podría influir en el crecimiento del PIB.

De hecho, la firma estadounidense espera que empiece a tener un impacto en el PIB de Estados Unidos en 2027 y que comience a afectar al crecimiento de otras economías en el mundo en los años siguientes.

Ante este escenario, podríamos pensar que si a nivel mundial no se legisla al respecto, esto inevitablemente va a aumentar la brecha económica en la sociedad, por el impacto que podría tener en el mercado laboral. Y es cuando me nace la inquietud de qué pasaría si existiera una especie de “Robotax,” un impuesto sobre el uso de IA en las empresas. Esta idea no solo busca compensar el desempleo ocasionado por la automatización, sino también garantizar una pensión básica universal para todos los ciudadanos.

La inteligencia artificial y la automatización son motores del crecimiento económico mundial y, como tal, deben contribuir al bienestar social.

Sin embargo, es necesario buscar un modelo que cuide el incentivo a la innovación y a la IA. Ya que con un nuevo impuesto, las empresas podrían no motivarse a sumar IA a sus procesos, lo que contrarrestaría los beneficios esperados. No tengo la fórmula correcta que asegure lo que planteo sin limitar la innovación en IA, pero es crucial encontrar un equilibrio adecuado que permita el desarrollo tecnológico sin sacrificar los avances que pueden traer las nuevas tecnologías.

La esencia de esta propuesta radica en reconocer que la IA es significativamente más productiva que la fuerza laboral humana y que su incorporación masiva en la economía puede y debe ser aprovechada para reducir la desigualdad. Al recaudar impuestos de las empresas que utilizan bots, se podrían financiar programas sociales que aseguren un ingreso mínimo para todas las personas, independientemente de su situación laboral.

Además, este impuesto incentivaría a las empresas a adoptar un enfoque más responsable en la implementación de tecnologías avanzadas. No se trata solo de aprovechar los beneficios económicos de la IA, sino de hacerlo de manera que también se beneficie a la sociedad en su conjunto.

La responsabilidad social empresarial (RSE) en la era digital implica no solo generar empleo, sino también apoyar a quienes se ven desplazados por la tecnología.

En conclusión, el Robotax representa una visión de futuro donde la convivencia entre humanos y máquinas es armoniosa y beneficiosa para todos. Es una propuesta que promueve la equidad y garantiza que el progreso tecnológico no deje a nadie atrás.

Las empresas tienen la oportunidad de liderar esta transformación de manera ética y socialmente responsable, asegurando un desarrollo inclusivo y sostenible. Mientras antes se produzca esta necesaria conversación en los diferentes países y gobiernos, más rápido nos anticiparemos a tener una mejor convivencia entre humanos y bots.
 

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