En Latinoamérica llegamos tarde a las principales revoluciones tecnológicas: nos demoramos años en adoptar masivamente el internet, nos perdimos el auge de los primeros emprendimientos digitales y tenemos procesos productivos poco robotizados respecto a Europa y Estados Unidos. Hoy, que estamos frente a una nueva revolución, no nos podemos quedar atrás.
Lo que hace algunos años era pura especulación, hoy es un hecho: la Inteligencia Artificial está revolucionando la forma en la que trabajamos, haciéndonos más certeros y eficientes. Es evidente que estamos viviendo una revolución en el ámbito de estas nuevas tecnologías, algo similar a lo que ocurrió cuando se masificó la luz eléctrica o cuando se inventaron los computadores. Desde asistentes virtuales hasta sistemas de asignación de flota y vehículos autónomos, la IA está presente en casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, y esto se volverá más evidente cuanto más se popularicen los grandes modelos de lenguaje.
Además de mejorar la eficiencia y la productividad en diversos sectores, la IA también tiene el potencial de abordar problemas globales, como la atención médica de calidad, la sostenibilidad ambiental y la educación accesible.
A diferencia de otras revoluciones tecnológicas, para ésta estamos mejor preparados: contamos con un inmenso capital humano y nos beneficiamos de tener un importante avance de la digitalización de la población, con una penetración de internet alta en nuestros habitantes y el uso de dispositivos tecnológicos ubicado sobre el 70% promedio en la región (CENIA, 2023).
Para lograr todo esto, es esencial invertir en investigación y desarrollo en Inteligencia Artificial para fomentar su adopción en la industria y la sociedad en general. Es aquí donde Latinoamérica puede desempeñar un papel fundamental.
Contamos con el talento para lograrlo
Latinoamérica es conocida por su riqueza cultural y diversidad de recursos naturales. Sin embargo, uno de sus activos más valiosos es su población joven y altamente educada. La región cuenta con una gran cantidad de talentosos científicos, ingenieros y profesionales de la tecnología que están listos para asumir el desafío de la IA.
Contamos con miles de ingenieros trabajando en las principales empresas tecnológicas del mundo, investigando y desarrollando soluciones que impactan a millones de personas. Tenemos grandes universidades, formando a profesionales del área de Data Science e Inteligencia Artificial, y realizando investigación de punta en el área conectada con la industria. Basta ver los casos de Cero.ai, Not Company y Zippedy.
Además, con el crecimiento de la industria del capital de riesgo en la región, se ha potenciado la creación de startups basadas en el uso de Inteligencia Artificial, desde latinoamérica para el mundo, tales como Breik en optimización de fuerza laboral, Wird en análisis de comunicación con los clientes, Sento en auditoría de call centers, y miles más.
Por el lado académico también poseemos un gran avance respecto a otros lugares del mundo. Aproximadamente, el 75% de las principales universidades en la región están impulsando investigaciones y desarrollos relacionados con estas tecnologías. Además, tanto los centros de investigación públicos como privados contribuyen en un 50% a este tipo de investigaciones (Gómez et al., 2020).
¿Cómo nos aseguramos de no quedar atrás?
Promoción de la Investigación
Para convertirse en un polo de desarrollo de IA, Latinoamérica debe promover la investigación de vanguardia en este campo. Esto implica establecer centros de investigación de alto nivel, financiar proyectos innovadores y crear redes de colaboración con instituciones y empresas de todo el mundo. La inversión en investigación no solo contribuirá al avance de la IA en la región, sino que también generará conocimiento y tecnologías que pueden exportarse y comercializarse globalmente, generando ingresos y empleos.
Fomentar el Emprendimiento
Latinoamérica tiene un ecosistema de startups en crecimiento y un espíritu emprendedor vibrante. Los gobiernos pueden ofrecer incentivos fiscales y financiamiento a startups relacionadas a este campo, al tiempo que facilitan el acceso a la infraestructura tecnológica necesaria. Además, la creación de incubadoras y aceleradoras especializadas ayudará a los emprendedores a desarrollar y escalar sus proyectos. Esto no solo impulsará la innovación, sino que también generará empleo y riqueza en la región.
Regular en forma responsable
A medida que Latinoamérica avanza en este campo, es fundamental abordar cuestiones éticas y de responsabilidad. La Inteligencia Artificial debe ser desarrollada y utilizada de manera ética y responsable para evitar sesgos, discriminación y riesgos para la privacidad.
Debido al impacto en el día a día, y a su potencial uso, es crucial regular su desarrollo. Sin embargo, esta regulación debe entregar un marco de certezas para el desarrollo de la innovación, y no ser un freno a ésta. Los gobiernos y las instituciones académicas deben establecer directrices claras y regulaciones para garantizar que la IA se utilice para el bien común y que se protejan los derechos individuales.
Colaboración Público-Privada
Una asociación sólida entre el sector público y privado es esencial para impulsar la IA en Latinoamérica. Los gobiernos deben establecer políticas y regulaciones que fomenten la inversión y la adopción de tecnologías de IA, al tiempo que garantizan la ética y la transparencia en su uso.
Las empresas, por su parte, deben invertir en investigación y desarrollo, así como en la implementación de soluciones relacionadas en sus operaciones. Esto no solo mejorará su competitividad, sino que también creará oportunidades para startups y emprendedores locales.
Inversión en Infraestructura Digital
Para que la IA prospere en Latinoamérica, es esencial invertir en infraestructura digital. Esto incluye la expansión de la conectividad de banda ancha, la ciberseguridad y la mejora de la disponibilidad de datos de alta calidad. Una infraestructura digital sólida proporcionará la base necesaria para el desarrollo y la adopción de la IA en toda la región.
Latinoamérica, un potencial que no debemos desperdiciar
Nuestra región está en una posición privilegiada para beneficiarse de esta revolución tan mediática que estamos viviendo actualmente. Contamos con una base sólida de datos, una creciente colaboración académica y un ecosistema emprendedor en crecimiento que pueden impulsar el desarrollo y la adopción de estas nuevas tecnologías en nuestro territorio. Sin embargo, es esencial superar obstáculos que no debemos olvidar: como la falta de colaboración público-privada e inversión en estructura digital. Al mismo tiempo, debemos continuar promoviendo políticas gubernamentales que fomenten la innovación y la ética en sus usos. Si aprovechamos estas oportunidades y enfrentamos los desafíos con determinación, Latinoamérica puede desempeñar un papel destacado en la configuración del futuro de la Inteligencia Artificial a nuestro servicio.