En un mundo donde la única constante es el cambio, las empresas de Latinoamérica se encuentran en una encrucijada que exige una transformación total. Una encuesta reciente que realizamos en EY pone de manifiesto las principales preocupaciones que acechan a las organizaciones de la región. Sin embargo, estas preocupaciones no deben ser entendidas como obstáculos, sino como catalizadores de una transformación que ya no es opcional, sino una necesidad para la supervivencia de los negocios.

A nivel externo, las empresas se enfrentan a un consumidor en constante evolución, a riesgos sectoriales específicos, a la incertidumbre política y a las fluctuaciones del crecimiento económico de la región. Mientras que, a nivel interno, la lucha por aumentar la participación de mercado, mejorar operaciones y estrategias de negocio, y adoptar la transformación digital son los desafíos más mencionados por los encuestados.

El panorama económico y político actual, marcado por una economía que se desacelera y una geopolítica turbulenta, tanto a nivel local como internacional, ha puesto a prueba la resiliencia de las empresas latinoamericanas, sin embargo, las compañías se sienten preparadas. La clave de su confianza radica en mantener el ritmo de la transformación digital, utilizando herramientas como la inteligencia artificial.

La tecnología, en este sentido, es la gran apuesta empresarial y sigue siendo el gran habilitador para que las compañías logren sus objetivos y continúen siendo relevantes en el mercado. El desafío está en cómo las empresas de la región utilizarán estas tendencias para resolver problemas reales de sus organizaciones y lograr una ventaja competitiva que les permita aumentar su producción, incrementar su participación de mercado o extender su operación a nuevas latitudes, y así competir con empresas que ya actúan en el mercado global.

Las tendencias globales que se prevén dominarán los próximos tres años —ciberseguridad, innovación y productividad tecnológica— son un claro indicativo de que la era digital ha llegado para quedarse. La gestión de datos y la adaptación a nuevas regulaciones completan el cuadro de un entorno empresarial que se digitaliza a pasos agigantados.

El desafío, entonces, no es sólo adoptar estas herramientas tecnológicas, sino integrarlas de manera que resuelvan problemas concretos y generen una ventaja competitiva sostenible. Esto implica un enfoque integral que abarque desde la cultura corporativa hasta los procesos operativos, pasando por la estrategia de negocio y la experiencia del cliente.

Las empresas en Latinoamérica no sólo están enfrentando un año de transición y normalización tras los desbalances macroeconómicos previos y ralentización de la economía que aún persiste, sino que también están en la búsqueda de un crecimiento sostenido en un entorno de políticas monetarias y fiscales restrictivas. Los desafíos internos y externos son claros, y la respuesta parece ser: la transformación y la eficiencia. Transformar en todos los aspectos y enfrentar el futuro con una estrategia sólida que abarque todas las áreas del negocio y que tenga como bandera de lucha la eficiencia operacional para ahorrar costos y alivianar los presupuestos.

¿Cómo está Chile?

A nivel nacional, escenario económico local (36%) y global (29%), junto con los riesgos propios del sector (31%) son los principales desafíos externos en el ámbito global que vislumbran las compañías chilenas. Por otro lado, sobre retos internos se encuentran en el Top of Mind: mejoras operacionales, productividad y costos (29%); crecimiento de participación de mercado (28%); y tecnología y transformación digital (23%).

En relación con las tendencias globales para las industrias en los próximos tres años, las compañías están colocando su foco en productividad impulsada por la tecnología (82%), en la innovación (79%) y la ciberseguridad y protección de datos (73%).

A nivel de tecnologías disruptivas, las Top 5 son Inteligencia Artificial (76%), conectividad 5G (72%), analitycs (70%), big data (69%) y cloud (69%).