En la era preindustrial, los negocios florecían en base a la reputación de quienes los dirigían. El sastre, el herrero, el comerciante: todos eran conocidos por su nombre y reputación. Eran la marca en sí misma. Hoy, en un giro completo del círculo, la marca personal resurge como el núcleo de la comunicación empresarial, especialmente en el ámbito B2B, donde la conexión humana se valora más que nunca.

¿Qué ha pasado? El público cambió. La mitad de las personas en el mundo tiene 30 años o menos y al cierre del 2023, se estima que los jóvenes representen el 57 % de la población mundial, según la ONU. El público actual ya no quiere marcas frías y distantes, ahora quieren rostros humanos. 

Empresas como Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y Elon Musk, han demostrado que una marca personal fuerte, puede ser el paraguas bajo el cual todas las demás marcas prosperan. Otros ejemplos de la región como Vilma Nuñez y Bego Romero ilustran cómo la marca personal se convierte en sinónimo de confianza y liderazgo.

La estrategia es clara: desarrollar la marca personal del fundador o ejecutivo principal a través de contenidos de valor. Este enfoque no solo establece autoridad en el campo, sino que también acompaña al comprador potencial a lo largo de su viaje, desde la identificación de una necesidad hasta el momento de la intención de compra.

¿Cómo se logra esto? A través de dos vehículos principales dentro de la organización: la generación de contenido de valor en medios de prensa mediante relaciones públicas (PR) y la creación de contenido en plataformas como LinkedIn. Esta estrategia no solo busca educar al comprador con información relevante, sino que también construyen una relación de confianza. Y confianza = mayor opción de generar una venta.

¿Y dónde puedo conseguir la confianza? 

La confianza se gana, no se impone. En un mundo donde todos gritan “¡Compra ahora!”, el PR ofrece un refugio de calma y credibilidad. Se convierte en un aliado que educa, no que apura. Construye autoridad de marca y la transforma en una fuente de información confiable. 

Pero, ¿qué significa realmente humanizar la comunicación corporativa? Significa poner a las personas primero. Significa contar historias que resuenen, que inspiren, que conecten. La marca personal permite a los líderes empresariales mostrar su autenticidad, compartir sus valores y visiones; así como, formar vínculos más fuertes con su audiencia.

Prepárate para el presente 

La marca personal también actúa como un diferenciador clave en el mercado saturado de hoy. En un mundo donde los consumidores están bombardeados con opciones, la marca personal ofrece una razón para elegir una empresa sobre otra. No es solo una cara para una campaña; es el corazón de una estrategia de comunicación genuina, efectiva y que atrae a compradores con real interés por tus productos y servicios.

Las empresas que entienden de marca personal y lo implementan con maestría no solo sobrevivirán en la era moderna, sino que prosperarán, conectando con sus clientes de una manera que ninguna marca fría jamás podría. La marca personal es la nueva moneda de la confianza en el mundo empresarial.

Es para todos

Este enfoque de marca personal no es exclusivo de las grandes corporaciones. Las pequeñas y medianas empresas también pueden aprovechar el poder de la marca personal. Al centrarse en los líderes y empleados como embajadores de la marca, las empresas pueden crear una narrativa auténtica que resuene con su público objetivo.

Además, la marca personal no se limita a los ejecutivos. Cada empleado puede ser un portavoz de la marca, compartiendo su pasión y conocimiento a través de sus propias redes y comunidades. Esto no solo amplía el alcance de la empresa, sino que también fomenta una cultura de orgullo y pertenencia entre los empleados.

En resumen, la marca personal es más que una estrategia de marketing; es una filosofía de negocio. Es un compromiso con la autenticidad, la transparencia y la humanidad en todas las interacciones comerciales. Y en un mundo que anhela la conexión humana, la marca personal es el puente que une a las empresas con sus clientes.

Las empresas que adoptan esta filosofía no solo ven un aumento en la lealtad del cliente y la retención, sino que también se posicionan como líderes de pensamiento en su industria. Al final del día, las personas hacen negocios con personas, no con entidades corporativas. La marca personal es la clave para desbloquear el verdadero potencial de cualquier empresa en el mercado actual.