Hace casi tres meses se levantaron las medidas más restrictivas para controlar la pandemia, y con ellas, la inevitable reapertura de los comercios. Esto ha llevado a muchos a pensar ¿qué pasará con el comercio electrónico? ¿Será que las estrategias de venta deben seguir centrándose en lo digital, o lo presencial volverá a los niveles normales pre pandemia?
Es cierto que debido a la apertura de todo tipo de negocios es que, las compras a través de los distintos e-commerce (que en algunos países de LATAM lograron hasta triplicar sus ventas), se han reducido en gran medida, pero siguen manteniendo el crecimiento que dejó la pandemia. Sin embargo, más que una baja en las ventas, pareciera que hubo un cambio en el tipo de productos que se consumen, especialmente por las fiestas de fin de año.
Si nos centramos en el mundo de los e-commerce y aplicaciones de comida delivery, el mayor golpe se lo llevó la venta de platos calientes, ya que, después de tanto tiempo de encierro, las personas volvieron a salir para vivir esa “experiencia presencial en el restaurante” de primera mano. Por otro lado, la gran sorpresa fueron las chocolaterías, que lograron posicionarse con un 30% del mercado online para comida “no preparada”. Este aumento del consumo de chocolate llevó a tener toda una logística alrededor, desde programación de repartos hasta flotas más grandes para la entrega.
Asimismo, hubo otros rubros como el de la tecnología y productos para mascotas que mantuvieron las cifras en venta bastante similares que en 2020, teniendo que necesariamente subirse al carro del comercio electrónico, dando a entender que la venta digital era más que necesaria. Pero ¿que se viene para adelante? ¿Cómo se comportará el consumidor los próximos años?
Y es que lo online llegó para quedarse. La facilidad en conseguir cualquier producto a tan solo un clic, y ser disfrutado en poco tiempo en la comodidad del hogar, no hace más que simplificar la vida de todos los consumidores. Los usuarios pueden decidir en el mismo momento o anticipar una compra según el día y hora cuando quieren que lleguen sus pedidos, ahorrándose las aglomeraciones, filas y pérdida de tiempo.
Desde mi perspectiva como miembro de una startup tecnológica, para 2022 se potenciarán los e-commerce propios de las marcas. Cada día estamos viendo que la gente está prefiriendo los canales directos al restaurante que no tenga un intermediario o reseller de por medio. Aquí es donde generalmente se pueden encontrar las mejores promociones, además de un marketing dirigido que utilizan para fidelizar a sus clientes, dándoles esa propuesta de valor distinta, a diferencia de comprar a través de aplicaciones delivery. Además, al adquirir productos a través de estos sitios propios, se está apoyando a un emprendedor que le permite abaratar los costos que muchas veces son muy altos para mantener en pie su negocio en una aplicación. Yo personalmente valoro mucho lo que es el canal directo y siempre recomiendo comprar por allí.
Todavía queda mucho por hacer, hoy capturar el volumen de ventas es lo que todos los agregadores o en nuestro caso, las empresas que hacen sitios e-commerce especializados o canales directos nos hemos impuesto como propósito, el estar dispuesto a pagar para comprar a través de un canal digital. También queda pendiente el compromiso en regiones y profundizar el servicio en microzonas para llegar a todos los chilenos. Hoy existen consumidores 100% digitales y esperamos que en los próximos años, este boom online que trajo la pandemia siga en aumento y seduciendo a las próximas generaciones que se podría decir que nacieron con un teléfono bajo el brazo.