Conocer el real valor de un bien raíz es fundamental para tomar decisiones eficientes en términos de inversión, producción y consumo. La valoración económica nos permiten entender y comparar el valor de un bien en relación con lo que ofrece el mercado, entregando información objetiva respecto al costo de inversión. La valoración profesional en el mercado inmobiliario torna importancia en Chile, no solo por los casos controvertidos que han destacado la necesidad de establecer un precio adecuado para las transacciones, sino que también por el escenario económico actual, donde la mirada se posa con inquietud en uno de los clásicos refugios: el bien inmueble.
En el mercado inmobiliario, un precio bien establecido facilita cualquier proceso posterior de negociación, en cambio un valor incorrecto puede perjudicar la transacción y generar complicaciones en el mediano y largo plazo. Por lo tanto, es crucial comprender qué metodologías se utilizan para la valoración de bienes inmuebles y quiénes son los responsables de fijar un precio, de modo de lograr información objetiva además de confiable.
La valoración de un bien inmueble depende de diversos factores, donde el enfoque debe estar en los aspectos físicos de la propiedad (construcción y terreno) y factores económicos (renta y plusvalía). Lo más relevante son los factores físicos, que miden la calidad de la construcción y su depreciación. El terreno se valoriza por su ubicación su tamaño y sus proporciones.
En cuanto a los factores económicos, estos están íntimamente ligados a los factores físicos, ya que cualquier aspecto de desarrollo económico depende su éxito en gran medida en la calidad física del inmueble. Este desarrollo económico agrega valía al inmueble tomando en cuenta el valor de renta, que indica el potencial de generación de ingresos de una propiedad como inversión.
Todos estos factores son los que determinan su valor de mercado.
La manera más adecuada de conocer el valor real de un bien inmueble es a través de una tasación profesional, con método científico y bien fundamentada, realizada por un experto sin intereses en el mismo inmueble. En muchos países de la OCDE, la valoración de bienes inmuebles es llevada a cabo por profesionales del rubro de la construcción, generalmente arquitectos con formación específica y normalmente con algún tipo de certificación en la materia.
Contar con un tasador profesional ahorra tiempo y dinero al realizar transacciones inmobiliarias. Su análisis riguroso y fundamentado genera una opinión experta sobre el valor más probable de una propiedad determinada. Aunque en Chile aún no es una exigencia legal y las certificaciones existentes no están del todo homogenizadas a nivel internacional, es fundamental avanzar hacia tasaciones con metodología científica y alejarnos de las valoraciones express, donde se pierde objetividad y genera incertidumbre frente a las decisiones financieras. Mejorar la calidad de los tasadores profesionales contribuirá a dinamizar el mercado inmobiliario y a agilizar las transacciones ya que permite abordar los proyectos de inversión con mayor certeza, bajando considerablemente los riesgos de los inversionistas, beneficiando a todas las partes involucradas.
Hoy en día contamos con excelentes herramientas tecnológicas que facilitan el proceso de valoración, logrando resultados más precisos y en menos tiempo. Por ejemplo, con la ayuda de la Inteligencia Artificial se analizan las propiedades, evaluando una muy amplia gama de variables tales como ubicación, características constructivas, materialidad, precios, preferencias de compra por parte de los clientes y mucho más.
Lo anterior ayuda en el análisis del mercado inmobiliario ya que paulatinamente va aumentando la cantidad de información disponible en estos sistemas tecnológicos, sensibilizando precios y mejorando el acceso a información disponible.
Es necesario promover la certificación y calidad de los tasadores profesionales en Chile, lo que contribuirá a un mercado inmobiliario más dinámico y transparente. Avanzar hacia tasaciones científicas es un beneficio neto para todas las partes involucradas en una transacción, generando confianza y eficiencia en el sector inmobiliario.