La pandemia tendrá una enorme influencia en las decisiones que algunos países deben tomar en un contexto intoxicado de vulnerabilidad e incertidumbre para millones de personas por los efectos físicos, emocionales y económicos del confinamiento, las muertes, los cambios en muchas empresas o el cierre de otras, la pérdida de empleos y el temor a nuevos rebrotes. 

Esta situación dramática nos pone a todos en un estado de mayor sensibilidad para tomar decisiones políticas, en un contexto de temor y distanciamiento, como se demuestra en los siguientes cuatro  momentos cruciales.

El caso chileno

El plebiscito en Chile que será en octubre definirá si la ciudadanía está de acuerdo en iniciar un proceso para generar una nueva Constitución en medio de un ambiente de varias cuarentenas y ánimos contenidos por el confinamiento y los sentimientos guardados y no olvidados de las protestas violentas de varios meses prepandemia que sorprendieron al mundo.

Estados Unidos nuevamente a elecciones

En las elecciones presidenciales de noviembre en los Estados Unidos el manejo de la pandemia, en el país que tiene la mayor cantidad de contagios, está afectando la reelección del presidente.  Los errores y omisiones opacaron los logros económicos o a nivel de la política internacional, como la firma del acuerdo de paz entre Israel y los Emiratos Árabes. Si bien el candidato demócrata ha ganado espacio, este se ha ido cerrando en la medida que la situación sanitaria se controla mejor aunque todavía hay mucho por acontecer tanto en la campaña como en la pandemia. En el fondo, este fenómeno influye robando relevancia a temas como la recuperación económica, el comercio con China, la violencia racial y la geopolítica.

¿Y Venezuela?

El tercero es un caso que ha ido olvidándose en el silencio diluido por los ruidos de la pandemia. Me refiero a Venezuela. Un caso pendiente que en algún momento será retomado en un nuevo contexto, ojalá para darle a la población una vuelta definitiva a la libertad, a pesar del debilitamiento de la oposición y su desafío en las elecciones por la renovación de la Asamblea en diciembre.

El proceso ecuatoriano

El siguiente es el caso de Ecuador, que en febrero irá a elecciones presidenciales con un sistema político débil reflejado en casi una veintena de precandidatos. El país tiene la oportunidad de dar un paso gigantesco hacia mejores días decidiendo más por valores que por el afectado estado de ánimo. Los candidatos con propuestas más serias deben conectar con el electorado con mensajes que reflejen las aspiraciones más íntimas. Desempleo y corrupción son los temas más importantes, según los sondeos de opinión. Sin duda el tema salud está aún en la preocupación de las personas, sobre todo por las falencias evidenciadas en la pandemia, pero los desafíos en cuanto al crónico déficit fiscal, la falta de competitividad, la fragilidad del sistema de seguridad social, así como la falta de cohesión social, son desafíos que requieren decisiones inmediatas.

Conclusión

Igual que la gripe española en 1918, el COVID-19 influirá en decisiones y será causa de nuevos acontecimientos. Ojalá sea una experiencia para mejores decisiones y no para la indiferencia o la impulsividad, lo que dependerá del manejo de la recuperación económica y el manejo de posibles rebrotes hasta lograr vacunar o inmunizar a la población. Lo que es evidente también es que esta crisis ha unido a muchas comunidades y ha sido un escenario de muestras de solidaridad. Ojalá que estas dos virtudes: Unión y Solidaridad, queden como capacidades sociales presentes también en épocas normales, cuando no hay crisis catastróficas por algún desastre, ni euforia por algún logro nacional.