Ciertamente Perú, al igual que la gran mayoría de países de la región, se vio negativamente afectado por los estragos sufridos como consecuencia del COVID-19. Toda crisis, sin embargo, puede traducirse en oportunidades de inversión tanto para aquellos buscando ingresar a un nuevo mercado como para quienes buscan consolidar su posición.
Perú no fue ajeno a ello en tanto las transacciones de fusiones y adquisiciones (M&A) se mantuvieron constantes. Según los informes elaborados por Transactional Track Record (TTR), en 2021, se dieron 115 transacciones de M&A, venture capital y private equity. De estas operaciones, 90 corresponden a M&A (incluyendo compraventa de activos), número nada despreciable en una coyuntura “pandémica” y “preelectoral”. Más aún, según las estadísticas de TTR, el número de transacciones del cuarto trimestre de 2021 fue ligeramente menor (-6,25%) al de 2020, porcentaje inferior al esperado, considerando el resultado de las elecciones generales en Perú.
Lo cierto es que, aún en un año coyunturalmente complejo, el país siguió atrayendo capital extranjero con inversionistas de varios continentes. Según TTR, inversores de Estados Unidos de América continúan siendo los principales inversionistas extranjeros y, como era de esperarse, los sectores tecnológicos y de telecomunicaciones representaron un mayor volumen de M&A.
Ahora bien, luego de varios meses (o años) en pandemia, el grado de afectación al “giro ordinario” de una empresa por el COVID-19 fue “testeado”. Así, en el segundo semestre de 2021 y en el inicio de 2022 vimos a los inversionistas más confiados en la consolidación de las empresas, explorando transacciones que habían antes descartado por temores a si éstas podrían mantener o mejorar sus resultados. De cierta forma, vislumbramos el regreso del mercado de M&A pre pandemia.
Disipado o mitigado el llamado temor “afectación COVID”, nos encontramos hoy –al igual que varios de nuestros vecinos– ante el resurgir de un temor político. Lamentablemente, Perú ha sido objeto de titulares en la prensa mundial no por la resiliencia de sus empresas sino por la actual coyuntura política. Este panorama nos ha puesto en la “mira” y, se ha vuelto relativamente frecuente hablar de la situación política del país con potenciales inversores al evaluar su decisión de invertir en el país.
A pesar de ese “ruido político”, vemos con optimismo el mercado de M&A en Perú para este 2022. El año ha empezado con importantes transacciones y con el interés de muchos inversionistas extranjeros, incluso de importantes empresas regionales –que habían expresado su temor en invertir en Perú–, pero que hoy estarían más “cómodos” o dispuestos a asumir el “status quo” político peruano.
Es común escuchar a inversionistas sentirse cómodos en asumir el riesgo político siempre que vean las condiciones macroeconómicas del país estables y, más aún, si pueden comprar una empresa con potencial a un múltiplo menor. Es más, a pesar de la coyuntura actual, de acuerdo al índice de riesgo de país que Bloomberg publica para cada trimestre, al cuarto trimestre de 2021, el Perú se encuentra ubicado como la economía más estable de América Latina y el Caribe.
Lo cierto es que la coyuntura política genera oportunidades. Empresas que antes no estarían a la venta hoy consideran o al menos evalúan ser total o parcialmente compradas y parte de ello, se debe al interés del empresario local a diversificar riesgos. Ello coincide con un dato interesante de TTR en el que menciona que “en 2021 hubo nueve transacciones de capitales peruanos adquiriendo empresas en el extranjero”. Una reacción natural para empresas que buscan diversificar su riesgo y una tendencia que esperamos tenga más fuerza en los siguientes años dada la coyuntura política. Sin embargo, no todas las empresas peruanas miran los mercados extranjeros, otras están viendo la coyuntura como una oportunidad de consolidar su posición local con compras estratégicas.
El futuro es por naturaleza incierto pero 2022 pareciera que será un año activo para el mercado de M&A en el que la situación “política” pareciera ser aceptada y mirada como una oportunidad para comprar a buenos precios y vender para diversificar.
