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¿Qué puede aprender Mercosur del Brexit?
Mié, 17/02/2021 - 09:49

Irene Menendez

¿Qué puede aprender Mercosur del Brexit?
Irene Menendez

Profesora de IE School Global and Public Affairs

La Unión Europea (UE) y Mercosur llegaron a un acuerdo en materia comercial en el marco de un Acuerdo de Asociación. La perspectiva de un acuerdo comercial UE-Mercosur después de largas negociaciones es una buena noticia. Si entra en vigor, el acuerdo generará grandes oportunidades para exportadores e inversores a ambos lados del Atlántico.
También es un acontecimiento positivo en el contexto de una economía mundial cada vez más polarizada, donde el proteccionismo económico, el surgimiento de partidos anti-globalización, la retirada unilateral de importantes países de las instituciones internacionales y las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China han debilitado el compromiso de gobernanza global.

Sin embargo, también sabemos que el comercio internacional genera perdedores en los sectores expuestos al comercio. Los agravios económicos y sociales de quienes se sienten abandonados  son un factor importante de la creciente resistencia a la globalización. 
La reacción antiglobalización permite extraer algunas conclusiones sobre los peligros de una liberalización descompensada. ¿Qué impulsa un mayor descontento con la globalización? En las economías desarrolladas, la mano de obra cualificada y el capital tienden a ser factores abundantes de producción, razón por la cual se especializan en la producción y exportación de productos que requieren mano de obra más cualificada e importan productos que requieren mano de obra menos cualificada. Ello aumenta las rentas de los propietarios de capital y trabajadores cualificados y disminuye las rentas de los terratenientes o de los trabajadores menos cualificados.

Esto también explica la postura proteccionista del sector agrícola en los países europeos y su oposición al acuerdo comercial UE-Mercosur. Dado que esto beneficia a los que se encuentran en el extremo superior de la distribución de ingresos, el comercio también ha aumentado la desigualdad salarial en las economías más ricas. Estudios recientes en economía política vinculan el auge de movimientos populistas y antiglobalización como el Brexit en el Reino Unido o Trump en Estados Unidos, así como otros movimientos de extrema derecha en Europa, con una mayor competencia en importaciones y otros fenómenos ligados a la globalización.

El apoyo al Brexit en el referéndum de 2016 fue mayor en zonas que estaban más expuestas a la competencia de las importaciones chinas. Otro elemento importante tiene que ver con que haya mecanismos de compensación para aquellos grupos afectados que mitiguen los efectos negativos derivados del comercio. El aumento de las importaciones chinas en Estados Unidos a fines de la década de 1990 y principios de la de 2000, tras la entrada de China en la OMC, no vino acompañado de una expansión de los mecanismos de seguridad social.

La experiencia del Reino Unido también sugiere que los perdedores no fueron compensados suficientemente. Compensar a los perdedores es particularmente importante porque se ha demostrado que los efectos del comercio en el mercado laboral local, en términos de salarios y niveles de desempleo, son muy persistentes.

Aunque otros factores como el cambio tecnológico importan, muchos economistas están de acuerdo en que la globalización es un factor cada vez más importante de la desigualdad de ingresos.

¿Qué significa esto para Mercosur en el contexto de un acuerdo comercial con la UE? En los países de renta media del Cono Sur, los propietarios de grandes superficies de cultivo o de pasto como Argentina (y en menor medida mano de obra poco cualificada) tienden a ser el factor abundante de producción, lo cual explica que estas economías se especialicen en la producción y exportación de productos agrícolas o productos que requieren mano de obra menos cualificada (manufacturas básicas).

La industria doméstica enfrentará una mayor competencia de importaciones por parte de las manufacturas europeas, que requieren mano de obra más cualificada. En teoría, la ventaja comparativa de la región en productos que requieren mano de obra de baja cualificación debería reducir los niveles de pobreza y de desigualdad dentro de los países de la región. En la práctica, aunque una mayor liberalización comercial ha ido acompañada de mejoras en los niveles de pobreza en muchas economías emergentes, la desigualdad de ingresos en los países de renta media de América Latina no solo no ha disminuido, sino que ha crecido. Hoy sabemos que el comercio beneficia a las grandes empresas exportadoras, como las corporaciones multinacionales, que tienden a emplear a trabajadores más cualificados. Ello beneficia a los ya privilegiados. También es probable que estos efectos se vean agravados por la ausencia de estados de bienestar fuertes en la región.

¿Qué hacer al respecto? Compensar adecuadamente a los perdedores de la liberalización comercial es clave para un desarrollo sostenible e inclusivo. Si bien los acuerdos comerciales necesitan el apoyo de los perdedores (así como de los ganadores), una vez aprobados, existen pocos incentivos para que la compensación sea efectiva.
Es más probable que estos esfuerzos sean más eficaces en el contexto de políticas generales del estado de bienestar, que garantizan el acceso a una compensación a grupos vulnerables con independencia de si pierden el trabajo debido al comercio.

Desde esta perspectiva, el acuerdo UE-Mercosur ofrece una oportunidad única para que los gobiernos del Cono Sur complementen los acuerdos comerciales con redes de protección social ampliadas (seguro social y políticas activas de mercado laboral que capaciten a los trabajadores) que aborden los problemas económicos ligadas al comercio.
A menudo se afirma que el acuerdo de asociación UE-Mercosur es un punto de partida para una mayor cooperación a fin de fomentar valores comunes sobre los que construir la gobernanza global. Estas son buenas noticias, pero reconocer la necesidad de gestionar la globalización a nivel nacional sigue siendo una tarea urgente.

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