El 2030 se acerca cada vez más, y uno de los objetivos más importantes para el desarrollo sostenible que promueve la ONU es “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”.
Quienes formamos parte de la industria de la construcción tenemos una responsabilidad más grande que el resto, ya que este sector contribuye al 37% de las emisiones globales, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Y no solo eso: según el informe “Edificios verdes: Construcción sostenible en los mercados emergentes” de la Corporación Financiera Internacional (IFC), parte del Grupo Banco Mundial, se estima que las emisiones globales provenientes del sector de la construcción podrían incrementarse un 13% para el año 2035 si no se adoptan nuevas medidas de adaptación y mitigación.
Por estas razones, hoy más que nunca es crucial que tomemos acciones puntuales e inmediatas para acercar a la industria de la construcción en México a un futuro más sostenible.
Se ha visto un aumento en la concientización alrededor de estos temas en diferentes sectores de la economía mexicana. Específicamente en la construcción, existe una preocupación creciente por desarrollar proyectos responsables con el medio ambiente.
Y esto se puede comprobar con datos: de acuerdo con datos recientes, México ocupa el décimo lugar en el mundo en edificación verde en 2023, con más de 1.6 millones de metros cuadrados certificados en alguno de los niveles de LEED.
Quizás hace 15 años, pensar en construir un edificio sostenible no era financieramente viable por los costos adicionales que esto implicaba. Hace una década, los proyectos con estrategias de sostenibilidad tendían a tener costos hasta 15% arriba de un proyecto promedio, por lo que era difícil que los desarrolladores se inclinaran por adaptar este tipo de soluciones en sus proyectos.
Y no solo eso, hoy en día incluso los negocios más especulativos están buscando certificaciones de eficiencia energética, porque para muchos clientes y usuarios ya no es un valor agregado, sino un requisito mínimo que el proyecto en el que van a invertir esté preocupado por estos temas.
Existen cinco acciones puntuales para hacer construcciones más sostenibles
1. Tecnología desde la planeación
A través de softwares avanzados y tecnología BIM, es posible calcular el consumo de energía de una edificación desde etapas tempranas de diseño, permitiendo tomar decisiones informadas y oportunas acerca de la orientación, sistemas constructivos, sistemas de fachada, materiales, equipamiento, entre otros. Esto por sí solo puede marcar la diferencia para lograr un proyecto realmente sostenible.
2. Sistemas y tecnologías que reduzcan el consumo
Es importante mencionar que el enfoque ya no sólo es en reducir el consumo de energía, sino también de agua. Estamos pasando por una crisis hídrica, y la manera cómo podemos contribuir desde la trinchera de la construcción es creando edificaciones que consuman cada vez menos agua y energía eléctrica para su operación.
3. Perspectiva de urbanismo: ciudades sostenibles
La industria de la construcción también involucra el espacio urbano. Desde la etapa de diseño, es importante considerar que una ciudad sostenible es aquella que promueve la movilidad alternativa, en donde el automóvil no es el único medio de transporte. Los desarrolladores pueden ser parte de la solución desde la selección del sitio, buscando ubicaciones accesibles para el transporte público y cerca de infraestructura como escuelas, parques, hospitales y centros de trabajo.
4. Áreas verdes con conciencia
Ligado al punto de la eficiencia en el consumo de agua, las áreas verdes deben ser pensadas para que no requieran un alto riesgo para su mantenimiento. Estos espacios incluso pueden ser parte de la solución: pueden crearse jardines de lluvia para evitar inundaciones y regresar el agua al subsuelo. Es importante también pensar estos espacios para que no terminen siendo únicamente decorativos, sino que se vuelvan parte del espacio abierto y puedan ser disfrutados por los habitantes y usuarios del lugar.
5. Materiales locales y de bajo impacto ambiental
En el proceso de selección de materiales, es importante considerar no sólo sus aspectos físicos como la resistencia térmica, sino su origen. En algunos casos, la huella de carbono se eleva más por el transporte del material que por sus propiedades físicas. La decisión de qué materiales utilizar en una construcción debe de tomarse con toda la información sobre su impacto ambiental a corto y largo plazo.
La industria de la construcción en México tiene la responsabilidad de liderar con el ejemplo, adoptando y promoviendo prácticas que no solo respeten el medio ambiente sino que también ofrezcan soluciones económicas viables. La construcción sostenible no es solo una elección ética, sino una estrategia inteligente para el desarrollo a largo plazo.