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Tierra inhabitable
Vie, 03/06/2022 - 10:45

Margarita Ducci Budge

Margarita Ducci Budge
Margarita Ducci Budge

Directora Ejecutiva de Red Pacto Global Chile (ONU)-UNAB

La Tierra será inhabitable en 2050 si no bajamos las emisiones de carbono, según el último reporte del IPCC 2022. Es más, si no combatimos con fuerza y decisión las emisiones de carbono a 2025, nos enfrentaremos a olas de calor extremo, tormentas sin precedentes y catástrofes naturales devastadoras, advierte el informe.

Es urgente entonces crear mayor conciencia y sensibilizar a la sociedad entera sobre los efectos del cambio climático y los gravísimos impactos ambientales y humanos que está ocasionando. Los extensos incendios forestales, las dramáticas inundaciones, o las intensas sequías que azotan vastas zonas del planeta, nos alertan sobre la magnitud de las amenazas y hacen aún más crítica la necesidad de unir esfuerzos para evitar mayores desastres y salvaguardar a la humanidad.

La emergencia climática es tan apremiante hoy, que el reporte de 2022 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) marcó como fecha límite, el 2025, para que las emisiones de carbono lleguen a su máximo histórico. Después de eso, aseguran los científicos involucrados, los gases de efecto invernadero deberían de caer de manera precipitada y profunda. De lo contrario, es poco probable que el planeta sea habitable para 2050. Sabemos que los seres humanos somos responsables de la catástrofe ecológica que se avecina. Y lo que es más alarmante: el reporte aseguró que los cambios provocados son irreversibles, por lo que lamentablemente, tendrán efectos en siglos e incluso milenios.

Estamos viviendo un punto de inflexión respecto al calentamiento global que haría de nuestro planeta, un lugar incompatible con la vida humana. El exceso de CO2 es el principal causante del calentamiento de la atmósfera por el efecto invernadero, agravando la falta de agua, al incrementarse las sequías, realidad que en Chile se torna crítica.

En este aspecto, el sector privado juega un papel clave, cuando actúa en coordinación con el Estado y la ciudadanía. Debemos acelerar las inversiones en desarrollo de fuentes de energía renovables, conversión a combustibles más limpios, mejoras en la eficiencia de los procesos de combustión, y modificación de las tendencias de consumo a través de la educación ambiental. También resulta urgente la gestión del agua, ya que estamos al borde del colapso, siendo inminente el racionamiento, y la demanda de recursos naturales que exigirá el crecimiento de la población, a nivel global, sencillamente será insostenible.

Debemos hacernos responsables y tomar consciencia de que esto no es una exageración. Reducir las emisiones se torna más urgente que nunca; minimizar la huella de carbono es un desafío que incumbe a todos: empresas, instituciones y ciudadanos. Cada uno, en la medida de nuestras posibilidades y responsabilidades, podemos y debemos contribuir a la protección del planeta, para así cuidar a la humanidad para las futuras generaciones y evitar que nuestra tierra llegue a ser inhabitable, como lo indica la predicción de la ciencia.