¿Cómo se encuentra hoy México en términos de desarrollo tecnológico para el uso y generación de tarjetas? ¿Qué oportunidades ofrece el mercado a nuevos players?
En primer lugar, debemos partir del argumento de que la infraestructura financiera en América Latina se encuentra fragmentada y obsoleta. Fragmentada, porque cada país cuenta con su propia normativa y licencias para operar. Y obsoleta, porque en su mayoría los países de la región utilizan tecnología antigua, ineficiente y costosa para el procesamiento de pagos.
Hablando del mundo de emisión y procesamiento de tarjetas, lo anterior hace que encontremos en la Latam diferentes niveles de desarrollo para la emisión y procesamiento, que van desde aquellas que utilizan banda magnética (una tecnología que está presente desde la década del ‘60), hasta las que usan el chip + pin, o inclusive contactless.
En lo que respecta a México, vemos 2 problemas principales; el primero, una brecha significativa en comparación con países como Brasil o Chile en términos de inclusión y educación financiera; y el segundo, un retraso en cuestión de tecnología en la aceptación de métodos de pago alternativos debido a la falta de infraestructura vanguardista.
Respecto al primer punto, hoy la mayor parte de la población mexicana todavía desconoce cómo utilizar las nuevas tecnologías para el pago con tarjeta y el 95% de las transacciones con tarjeta en México se hacen con chip y PIN.
Respecto al segundo punto, referente al retraso en infraestructura, basta con mencionar que en el país aún se usa la tecnología de PIN offline, mientras que el resto de los países utilizan el PIN online.
Por otro lado, en el caso de las tarjetas contactless, en México existen topes de monto para operar utilizando esta forma de pago, por lo que cuando se supera dicho tope, se debe utilizar como segundo factor de autenticación la firma autógrafa, lo cual impacta en la experiencia del usuario y retrasa el tiempo de ejecución de la transacción.
Por último, cabe destacar que en México aún no existe la suficiente adopción de billeteras virtuales como Google Pay o Apple Pay así como tampoco existe la infraestructura necesaria como para poder utilizarlas.
Si bien en los últimos años algunos players avanzaron en la actualización de terminales para permitir que los emisores de tarjetas pudieran garantizar la seguridad y la eficiencia en los pagos, aún queda mucho por hacer.
¿Qué se puede hacer frente a este contexto y realidad?
Si eres una empresa en búsqueda de lanzar una tarjeta con tecnología vanguardista, lo más importante será elegir un proveedor capaz de ofrecer un producto que acorte la brecha tecnológica. Para esto, se deberán tener en cuenta cuatro puntos importantes.
El primero, es importante que el proveedor brinde la mayor integración vertical de servicios posible (para evitar tener que llevar adelante gestiones con diferentes actores). Por eso, es fundamental que el mismo permita emitir, procesar, embozar y distribuir la tarjeta como un paquete completo de servicio.
En segundo lugar, este proveedor debe contar con la tecnología necesaria para soportar el nivel transaccional que requiere cada cliente, además de contemplar un roadmap de producto clave para poder ofrecer una propuesta de servicios diferenciada a sus usuarios (que incluya, por ejemplo, tokenización, 3DS, Apple Pay, Google Pay, etc.)
En tercer lugar, debe ofrecer una propuesta de pricing transparente, fácil de entender y alineada a la escalabilidad del negocio para no resultar una barrera en el crecimiento sino que acompañarlo cuando suceda.
Por último, resulta clave encontrar un proveedor que pueda ofrecer un servicio con alcance y escalabilidad regional, permitiendo así que el producto escale en más de un país.
Está comprobado que la tecnología puede llevar adelante desarrollos súper innovadores en Latam en términos de evolución de pagos.
Un caso ejemplar para esto es el de Agrotoken, que propone transformar el valor de agrocommodities en cripto activos que los productores agropecuarios pueden usar como créditos para pagar con tarjeta.
¿Cómo funciona? Cada tonelada de sembradíos se transforma en un token gracias a la tecnología blockchain. Esto permite no sólo custodiar el valor de esos granos en tiempo real sino que también utilizarlos como garantía para pedir una línea de crédito, o bien utilizarlos como forma de pago a través de una tarjeta física o digital, para adquirir semillas, vehículos, maquinaria, combustible y otros bienes o servicios.
En México y en el resto de la región hay un abanico de nuevas posibilidades para innovar con tecnología moderna y propietaria, dando las mejores soluciones para la emisión y procesamiento de tarjetas.