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Una coalición de aliados en Ecuador
Jue, 10/06/2021 - 15:48

Roberto Salas Guzmán

Un nuevo enfoque gerencial
Roberto Salas Guzmán

Roberto Salas Guzmán es ecuatoriano, economista de la Universidad Católica de Guayaquil. Posee un MBA de ESADE (España) y de la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile). Así como estudios de gerencia en Kellog Business School de la Northwestern University y en Wharton Business School de la University of Pennsylvania. Es ex CEO de Masisa SA, fundador de Sustainable Management Iniciative, director de empresas, columnista y expositor.

Estamos condenados al éxito decía un artículo respecto al desafío del nuevo gobierno ecuatoriano liderado por el presidente Guillermo Lasso.  Es decir, exigidos a cumplir de manera razonable las expectativas, sobre todo aquellas que implora una sociedad con grandes necesidades y frustraciones.

Grandes desafíos

Tanto en el frente sanitario como en el social, económico e institucional, hay enormes desafíos, muchos de ellos con soluciones teóricas razonables. Sin embargo, llevarlas a la realidad en los plazos necesarios será una tarea de titanes, desde la vacunación masiva que constituye el primer hito para ganar credibilidad y facilitar la recuperación, hasta la eliminación de una cultura de corrupción e inseguridad que tiene preso al país en un ambiente de bajísimo nivel de confianza interna e internacional.

Primeros pasos

El inicio del gobierno se ha caracterizado en gran medida por claras demostraciones, tanto en la instalación de las autoridades empezando por la Asamblea, como la ordenada transición de mando y la definición de objetivos con ejes prioritarios a abordar. Sin embargo, además de la vacunación en marcha, con claras mejoras en su implementación, otros sucesos han marcado también estos días, como el aumento de las tarifas eléctricas y el precio del diesel, la creciente erosión del rio Coca que afecta seriamente a una de las principales hidroeléctricas junto con situaciones locales y globales que impactan al sector petrolero, además del proceso de reinicio de clases presenciales parciales, entre otros temas externos como las elecciones en Perú.

Afianzar las bases

El gobierno del Encuentro, como se ha autodenominado, va encontrando rumbo en momentos turbulentos, y se va confirmando la necesidad de afianzar las bases que sustenten un proceso de transformación de un Estado fallido, para dirigirse desde las promesas y el discurso motivante, hacia las acciones y resultados de corto y mediano plazo que vayan consolidando credibilidad y confianza, tan relevante para atraer inversiones y financiamiento a la estrategia elegida.

Nadie espera lo perfecto. Como humanos, habrá errores, pero la confianza es como una cuenta corriente, en donde esta crece cuando los ingresos o logros positivos son mayores a los egresos o desaciertos.  Justamente, la construcción de logros suficientes algunos lo han catalogado como un campo minado por los intereses creados que dependen del status quo, aquellos que buscan sacar provecho político del fracaso, y otros que ven como algo imposible lograr cosas importantes en los plazos previstos.

¿Como caminar seguro en un campo minado?

Creo que la fórmula es evitar el aislamiento, la autosuficiencia, y construir un ejército de aliados, que al converger en los objetivos apoyen decididamente vencer los obstáculos. 

Esta coalición de alianzas, a través de un “Pacto urgente por Ecuador”, debe incorporar de manera protagónica a: instituciones sociales que representen la diversidad con alta credibilidad para protagonizar los diálogos oportunos, los consensos necesarios y la vigilancia de los mismos; al sector empresarial estableciendo alianzas que combinen recursos y capacidades; al sector político para facilitar los cambios con las leyes necesarias y fiscalización  responsable; a las autoridades de control y justicia para  erradicar la corrupción y la inseguridad; y el apoyo internacional de instituciones tanto financieras, como tecnológicas, expertos en lo ambiental y social, especialmente en prácticas anti-corrupción.

Parte de la coalición son los propios funcionarios del gobierno, nuevos o heredados, que respondan con lealtad solo al país. Si bien puede ser que el cargo hace a la persona, al menos temporalmente, es la persona quien dignifica el cargo según cómo lo asume, con transparencia y responsabilidad, y luego la forma en que lo ejerce, con dedicación e integridad permanente.

En fin, la tarea de transformar el país es una tarea de todos los ecuatorianos, no solo de un gobierno, o al menos también de muchos ciudadanos y organizaciones que se sientan corresponsables del éxito que necesitamos construir.