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Vientos en contra y a favor: ¿Dónde posicionarse?
Vie, 04/04/2025 - 08:00

Esteban Polidura

Esteban Polidura, Especialista Global de Inversiones, Julius Baer
Esteban Polidura

Especialista Global de Inversiones, Julius Baer

 

Las perspectivas económicas para Estados Unidos y de Europa no podrían ser más diferentes. El primero se enfrenta a un futuro de deterioro mientras que el segundo se encamina a un crecimiento más acelerado. Como tal, los inversores deben ajustar sus carteras ante el nuevo escenario.

El "Día de la Liberación" del presidente Trump trajo una serie de aranceles a las importaciones de otros países con objeto de reducir la dependencia de Estados Unidos de productos extranjeros. Cabe recordar que el crecimiento del gasto en Estados Unidos en el primer trimestre de este año ha sido decepcionante y que la confianza del consumidor ha sido débil, lo que sugiere que las políticas de la nueva administración están generando graves efectos adversos en el gasto de consumo privado. Según las previsiones de la Fed de Atlanta sobre el crecimiento del PIB y sus componentes, el gasto de consumo privado crecerá tan solo un 0,3% en el primer trimestre de este año, frente al 4 % del cuarto trimestre de 2024 y el 3,7% del tercer trimestre de 2024. Por ende, hemos rebajado nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2025 al 2%. Al mismo tiempo, esperamos que los aranceles tengan un efecto temporal en la inflación en 2025, elevándola al 3,5%.

Con respecto a Europa, Alemania ha dejado atrás una década de austeridad con una nueva política fiscal, impulsada por un cambio de gobierno, desafíos geopolíticos y restricciones limitadas. El cambio de política fiscal de, mediante la flexibilización del freno a la deuda, permite un estímulo fiscal del 3% del PIB. Se espera que el gasto en defensa e infraestructura impulse el crecimiento a partir de 2026, con un aumento previsto del 2% en dos años. Con esto en mente, la eurozona debería de crecer 0,8% en 2025, que a pesar de ser inferior al crecimiento esperado en Estados Unidos, la tendencia de los estimados es al alza. La inflación de la región la anticipamos en 2.1% este año, muy por debajo de la de Estados Unidos.

Dadas nuestras nuevas expectativas de un menor crecimiento en Estados Unidos este año, junto con tres recortes de tasas de interés oficiales en 2026, además un recorte único en 2025, es probable que tanto la superioridad cíclica del dólar estadounidense como su ventaja en tasas de interés sean menos pronunciadas de lo previsto anteriormente. Además, esperamos ahora que el Banco Central Europeo (BCE) recorte las tasas de interés solo dos veces este año, en lugar de tres, lo que contribuirá aún más a la reducción de la ventaja del dólar estadounidense en tasas de interés. Hemos revisado nuestro pronóstico para el EUR/USD de 1,05 a 1,10 en los horizontes de 3 y 12 meses. A largo plazo, las políticas estadounidenses que promueven el crecimiento, como los recortes de impuestos que impulsan el déficit presupuestario o presionan a la Fed para que reduzca las tasas de interés, representan claros riesgos a la baja para el dólar.

Hemos revisado nuestra perspectiva sobre el mercado accionario estadounidense y el sector de tecnología de la información (TI), rebajando ambos a neutral. Los inversores deben estar atentos a las oportunidades alternativas que surgen en Europa. Mantenemos una posición sobreponderada en renta variable alemana, ya que el impulso fiscal respalda un período sostenido de recuperación económica y crecimiento de las ganancias. Preferimos las empresas industriales, financieras y del índice de mediana capitalización MDAX debido a su tendencia nacional y cíclica. Vemos oportunidades en infraestructura ya que el paquete de gasto de 500.000 millones de euros de Alemania aborda años de subinversión, baja utilización de la capacidad en la construcción y un parque inmobiliario envejecido.

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