Mientras el proceso de vacunación contra el COVID-19 viene avanzando en buena parte del mundo, el sector turismo, acaso uno de los más afectados por la pandemia, empieza a ver por fin la luz al final de un oscuro y prolongado túnel, con la reanudación de los viajes recreativos. Sin embargo, son varios los desafíos que se presentan en este proceso de reactivación en el Perú, los mismos que pasaremos a analizar a continuación.
Impacto profundo
Para empezar, es importante dimensionar la magnitud del impacto de la pandemia. Así, un primer dato a considerar es que Perú fue el país más afectado por el declive del turismo en la región, con un descenso del 73% de acuerdo a un informe de la empresa de análisis de datos GlobalData. Los otros países más perjudicados fueron Venezuela y Ecuador, con un 71% y 70%, respectivamente, mientras que Chile, Argentina y Colombia tuvieron descensos de 25%, 27% y 30%, respectivamente.
La ministra de Comercio Exterior y Turismo, Claudia Cornejo, corroboró la delicada situación del sector al señalar que el impacto en el turismo receptivo fue del 80% y en el caso del turismo interno fue del 70%, siendo las regiones más perjudicadas Cusco, Arequipa, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima y Puno.
Por su parte, Carlos Canales, presidente de la Cámara de Nacional de Turismo (Canatur), indicó que los efectos de la crisis sanitaria y la paralización de actividades económicas afectaron indirectamente a aproximadamente 3,5 millones de personas involucradas en rubros vinculados con la industria del turismo. Si solo medimos el impacto en el sector turismo, tenemos que más de 50.000 empresas turísticas se vieron golpeadas por la coyuntura y ello provocó la pérdida de 650.000 empleos formales.
Medidas en marcha
Frente a este panorama, y en medio de una mayor flexibilización de actividades luego de la segunda ola de la pandemia, Promperú presentó recientemente “Volver a viajar”, una campaña publicitaria que busca promocionar diversos destinos turísticos a nivel nacional para sensibilizar a la población sobre la importancia de los viajes de manera gradual y responsable como parte del proceso de reactivación del sector.
Si bien la campaña busca una conexión emocional entre los peruanos, apostando por la confianza y la empatía para volver a viajar dentro del país, es importante que el flujo de viajes pueda darse de forma sostenible de cara a los próximos meses, sobre todo durante las próximas Fiestas Patrias. Decretar nuevas restricciones de movilidad hará que las campañas de publicidad queden solo como simpáticas piezas audiovisuales y no como acciones que contribuyan a elevar con efectividad la afluencia de turistas. Con ello, no se cuestionan las futuras medidas de prevención para evitar una segunda ola, más aún con la variante Delta, pero se necesita aprender de las experiencias del pasado para soluciones que no sean un perjuicio para un sector ya bastante golpeado y que necesita salir adelante, incluso habiendo utilizado recursos del propio estado como Reactiva Perú o el FAE Turismo.
Otro factor que influirá en gran medida la recuperación del turismo local es la estabilidad social y política, de la cual todos los peruanos somos responsables. En medio de un clima electoral tenso producto de las impugnaciones de actas y reclamos de nulidad, es vital que se reconozca y acepte cuanto antes al ganador de las elecciones. Los pedidos de una nueva segunda vuelta o las acciones que buscan desestabilizar a la Mesa Directiva del Congreso y al presidente Francisco Sagasti, solo hacen que las personas sean más precavidas con sus gastos y decidan no hacer viajes de placer en un futuro cercano.
Si queremos que el sector se reactive, las personas necesitan tranquilidad y tener certeza que sus viajes futuros se realizarán en un contexto de paz, sin protestas provocadas por nuestra clase política. Si hay libertad de movimiento, un adecuado costo de viajar y una manejable incertidumbre, el despegue del turismo, tanto receptivo como local, será posible y esta es una tarea de todos.
Retos del próximo Gobierno
Una vez que pueda proclamarse al nuevo gobernante que conducirá las riendas de Perú para el quinquenio 2021-2026, es vital que las autoridades puedan continuar lo avanzado por el Gobierno del presidente Francisco Sagasti. Durante su gestión se elaboró la Estrategia Nacional para la reactivación del sector turístico para el periodo 2021-2023, y más allá de los aciertos y desaciertos, necesitamos trabajar sobre bases concretas y no desde cero.