El proyecto que establece la interoperabilidad de las fichas clínicas en Chile se encuentra a la espera de ser promulgado por el Gobierno.
Esto, luego de que el Senado respaldara las modificaciones realizadas por la Cámara de Diputados en su segundo trámite. Esta medida supone un avance significativo hacia la modernización de la salud chilena y la entrega de un servicio más completo a los pacientes, mejorando la eficiencia y calidad del sistema de atención médica.
El texto busca modificar la ley 20.584 que regula los derechos y deberes que tienen las personas respecto a las acciones vinculadas a su atención médica, y de esta forma, establecer estándares de información para prestadores públicos y privados, garantizando la continuidad de tratamientos, independientemente de dónde sea atendido, y reforzando la protección de datos personales.
Esta es una importante noticia tanto para los pacientes como para los centros de atención de salud y sus colaboradores, y es que la integración de la información que entrega la interoperabilidad permite que los pacientes tengan una atención continua, coordinada y más personalizada ya que tanto el prestador individual como los profesionales de la salud que participen en la atención y tratamiento del paciente tendrán acceso a su ficha clínica.
Actualmente existe una gran cantidad de datos desagregados, los cuales el paciente debe reunir para comenzar un tratamiento en un nuevo centro de salud. Esto puede significar que los usuarios tengan que repetir procedimientos y exámenes, aumentando los costos asociados al cuidado y monitoreo de enfermedades, además del hecho de que evita que los equipos médicos cuenten con información parcial a la hora de tomar decisiones respecto a las terapias a las que serán sometidos los pacientes.
Adicionalmente, el proyecto de ley busca resolver problemáticas asociadas a la privacidad de los datos personales, fijando el tiempo que los prestadores deberán preservar los datos digitalizados, y establece sanciones en caso de que se niegue o se retarde la entrega de la información. Para ello, el texto contempla que el Ministerio de Salud dictará un reglamento que sea capaz de armonizar con normativas vigentes como la ley de ciberseguridad, y en donde se establezcan las medidas de seguridad que deberán tomar las instituciones.
Por otro lado, la interoperabilidad también trae grandes beneficios para los centros médicos.
La capacidad de tener distintos sistemas conectados e intercambiando información de manera constante permite incrementar la eficiencia operativa. Esto se explica principalmente debido a que un mayor flujo de información puede traducirse en una disminución del tiempo que le dedica el personal médico a la búsqueda de información, así como también permite la eliminación de la información duplicada y la optimización de los flujos de trabajo y temas administrativos.
Esto impacta directamente en la calidad del servicio que entregan los centros de salud y a la capacidad que tienen para responder frente a escenarios complejos. La eficiencia operativa también puede contribuir a reducir costos operativos a largo plazo y mejorar la rentabilidad de los centros médicos, lo que a su vez puede permitirles invertir en tecnología más avanzada y en la capacitación continua del personal, fortaleciendo así la infraestructura de atención médica del país.
La innovación tecnológica y la revolución digital han cambiado la forma en que entendemos la manera de trabajar, y en ese sentido, la salud no ha estado ajena a este nuevo panorama.
Frente a un ecosistema cada vez más conectado y un mayor volumen de datos disponibles, es fundamental que Chile siga impulsando una política de modernización del área de la salud que ponga a los pacientes en el centro a través de la implementación de nuevas herramientas que permitan entregar un mejor servicio que encuentren en la tecnología una aliada en la búsqueda de bienestar.