La marketing manager de Medtronic, dice que el cuidado de la salud cambiará muy rápido, pero aún existe incertidumbre respecto a cómo funcionará.
Con cada nuevo avance tecnológico, la industria se enfrenta a un nuevo desafío: cómo aplicarlo a los dispositivos médicos, cómo comercializarlo y cómo hacerlo accesible a la mayor cantidad de personas posible en el mundo.
Según Andrea Albornoz, Marketing Manager de la compañía Medtronic, las empresas de los cuidados de la salud está apuntando cada vez más a la medicina personalizada, el uso de dispositivos wireless y la miniaturización de los aparatos. Los caminos parecen claros, pero no tanto el destino: “No sabemos qué va a pasar, hay muchas compañías como la nuestra, tratando de entender cómo se va a mover la industria del cuidado de la salud”. Explica que según su opinión, para averiguar la solución, hay que tener un dialogo con todos los actores que influyen.
El gran desafío en el healthcare, para Abornoz, está relacionado con el presupuesto. “Todos están lidiando con que no hay suficiente dinero en el sistema para financiar la salud. Las compañías están viendo cómo reducir costos, cómo producir tecnología con costos más efectivos, que es muy importante”. Agrega que la medicina se ha vuelto más cara y los presupuestos más pequeños en todos los países.
Albornoz es chilena, pero está radicada en el extranjero, trabajó con el mercado estadounidense y latinoamericano, y su punto de vista viene de 15 años trabajando en la industria. En este tiempo, mientras su acento chileno se fue perdiendo, ganó un amplio conocimiento del negocio. Ahora está con Medtronic, pero también trabajó con Startups en Sillicon Valley.
¿Cuál es el impacto de las startups?
Son vitales. Piensa en Medtronic, somos gigantes, y estamos enfocados en lo que estamos haciendo. Estas startups son más flexibles, más ágiles, desarrollan tecnologías, pueden ser el camino a desarrollarlas a menor costo. Veo esas empresas como vitales para la innovación. Son las que están creando. Todas las empresas tenemos una sección de innovación, pero la solución no va venir de un solo lado, tenemos que colaborar.
¿Cómo funciona el trabajo con la competencia?
Entendemos que para moldear la salud del futuro, tenemos que colaborar: con otras compañías, con gobiernos, con el sistema de reembolso. Tiene que haber una colaboración para poder definir y reformar la salud del futuro. El cuidado de la salud no va a ser como es ahora. En 5 años el cuidado de la salud va a ser totalmente diferente, aunque no sabemos cómo será.
Uno de los factores más importantes para este tipo de empresas son las pruebas clínicas. Cada dispositivo tiene que tener pruebas científicas de que funcionan y funcionan mejor que lo que ya está en el mercado: “Trabajamos desde muy temprano con la comunidad médica para diseñar las pruebas que darán la información que esta tecnología puede tener sentido en el cuidado de la Salud”. Los médicos son incluidos en varias etapas del proceso de producción. Desde el desarrollo de las nuevas tecnologías, hasta las capacitaciones necesarias para que sepan cómo utilizar los nuevos dispositivos.
A nivel mundial, las novedades tecnológicas no se manejan con la misma velocidad. Cada vez que se crea un nuevo dispositivo tecnológico para la medicina y este es aprobado en Europa por la CE Mark, está disponible para la venta en Chile. A diferencia de eso, México tiene procesos de aprobación más lentos, igual que Brasil y Estados Unidos, que debe pasar la prueba de la Food and Drugs Administration (FDA). Además, la penetración que tiene la tecnología es otro problema: “La cantidad de personas que tienen acceso a las tecnologías con un nuevo estándar son muy pocas en Chile. La penetración en Latinoamérica es muy baja. Esa es una de las mayores oportunidades, cómo incrementar esa cifra en el continente”, explica Albornoz.
En Latinoamérica, algunos países tienen un mayor uso de las tecnologías de acuerdo a lo que ha observado Albornoz: “De los países que conocemos, Argentina es uno de los más avanzados. Brasil siempre es innovador, México y Chile. Colombia también. Perú es uno de los países en los que hay gran interés por su baja penetración de tecnología médica. Es una gran población con baja penetración y es un mercado que se debe trabajar”.
Mientras en Estados Unidos los nuevos avances reemplazan casi por completo a las maquinas antiguas, en Europa conviven ambas en un 50% y en América Latina muy pocos tienen acceso a ellos.
“Pienso que todos deberíamos tener acceso a las últimas tecnologías. No sólo porque yo vivo en EEUU voy a tener acceso a las tecnologías que pueden salvar mi vida o mejorar mi calidad de vida. ¿Cómo nos aseguramos de eso?”.