La autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, había emitido este lunes un decreto ejecutivo por el cual "se deja sin efecto la designación del ciudadano Luis Fernando López como ministro".
La autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha restaurado este martes en su cargo al ministro de Defensa, Luis Fernando López, a pesar de que lo destituyó el lunes, en cumplimiento de la decisión adoptada la semana pasada por el Congreso, que lo reprobó por el rol de los militares en la crisis política.
La Asamblea Legislativa, controlada por el Movimiento Al Socialismo (MAS) del ex presidente Evo Morales, censuró el pasado viernes a López por dos cuestiones: la petición que las Fuerzas Armadas hicieron al líder indígena para que dimitiera en noviembre de 2019 y la represión de las protestas contra su salida del poder en enero de 2020.
Áñez se resistió a acatar la decisión del Congreso durante el fin de semana, pero finalmente el lunes emitió un decreto ejecutivo por el cual "se deja sin efecto la designación del ciudadano Luis Fernando López como ministro".
Sin embargo, apenas 24 horas después, Áñez ha vuelto a designar a López como ministro de Defensa, en una maniobra política que le permite mantenerlo en el cargo al mismo tiempo que acata la decisión de la Asamblea Legislativa.
"¿Por qué quieren destituir al ministro López? Porque trabajó y ha demostrado que su lealtad está comprometida con la democracia", ha dicho Áñez en la toma de posesión de López, que se ha celebrado este mismo martes en el Palacio Quemado.
Además, ha mandataria boliviana ha acusado a "un sector del MAS" de diseñar "una estrategia que busca la ingobernabilidad" de la nación andina, según informa el diario local 'El Deber'.
Morales dimitió el 10 de noviembre después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) detectara "irregularidades" en las elecciones presidenciales del 20 de octubre. Más de 30 personas murieron por los enfrentamientos entre simpatizantes y detractores del líder indígena y con las fuerzas de seguridad.
Bolivia aspira a superar la crisis política con las elecciones generales del 3 de mayo, en las que Áñez competirá para mantenerse en el cargo, si bien Morales no podrá participar porque las autoridades electorales le han inhabilitado por vivir fuera. Actualmente está refugiado en Argentina.