El CEO de BBVA dijo también que la confianza implica solidaridad, tolerancia al error y a asumir responsabilidades.
A propósito de la graduación de la nueva promoción del Executive MBA 2014 de IESE, el consejero delegado del Grupo BBVA, Ángel Cano, dijo que "los líderes no nacen, se hacen. No es una cuestión genética. Pero para ello es necesario mucho esfuerzo, sacrificio y compromiso".
Cano, inició su trayecto laboral hace 30 años en la consultora Arthur Andersen. En 2009, después de ocupar diversos cargos de dirección en diversas áreas del banco BBVA, fue nombrado CEO. En la ceremonia también dijo que "hay que estar siempre abierto al cambio, porque de todas las etapas laborales se aprende", señaló y agregó que "cuantas más experiencias se añadan a la trayectoria profesional, mayores cualidades tendrá el líder". En su opinión, unos "valores" basados en la ética y en los principios son la cualidad más preciada de todo aquel que ejerza el liderazgo.
"Lo segundo son las personas. Uno por sí solo no puede hacer nada. El trabajo en equipo es clave, y la confianza es la única fórmula válida para que un equipo funcione y pueda avanzar", pronunció.
Para Cano, la confianza implica solidaridad, tolerancia al error y a asumir responsabilidades. En este punto, el CEO de BBVA admitió la importancia de "saber asumir y reconocer las propias debilidades e inseguridades" para seguir siendo humildes y sencillos. "La humildad y la generosidad son dos palabras que no debéis olvidar nunca", insistió. "No es tiempo de ejecutivos autoritarios, sino de directivos abiertos, tolerantes y participativos", proclamó.
Visión de futuro
El ponente consideró vital que los líderes tengan una visión de futuro lo suficientemente flexible para afrontar los cambios. "Es necesario transformar nuestras empresas en compañías de futuro, más modernas, con un claro componente digital, donde el cliente va a ser mucho más importante y donde todos los procesos deben ser más sencillos. Esto no es fácil, y nos exigirá volver a estudiar, a aprender. Nunca debemos pensar que lo sabemos todo porque ese es el principio del fin", sostuvo.
Otra de las virtudes que enumeró Cano en su discurso fue "la paciencia". "Las buenas noticias llegan cuando tienen que llegar, no cuando uno quiere que lleguen. Por eso debéis ser muy pacientes y perseverantes, porque os aseguro que todo acaba llegando", dijo.
El primer ejecutivo de BBVA admitió que una de sus máximas de cabecera es la frase "vive como si no hubiera mañana". "Sin descuidar vuestras metas, debéis vivir al máximo el presente y aprovechar todas las oportunidades que se presenten a base de muchas ganas", animó a los recién graduados.
Por su parte el director general del IESE, Jordi Canals, recalcó que dirigir equivale a "ser generoso y magnánimo con quienes nos rodean". Para el profesor Canals, uno de los males comunes que caracteriza a muchos dirigentes en situaciones de crisis es "el sonambulismo". Adoptar esta actitud de ceguera puede llevar a las organizaciones al borde del colapso, y para evitarlo, es básico ser humilde. "Debemos conocer muy bien quiénes somos, cuáles son nuestras debilidades y, a partir de ahí, querer cambiar y mejorar siendo siempre realistas", apuntó.
Canals recomendó buscar siempre la excelencia en todas las acciones de la vida personal y profesional, para tener un impacto positivo y verdadero en las personas y la sociedad. "Los motivos nobles son transformadores hacia nosotros mismos y hacia el resto del mundo", remachó.
Directivos optimistas
El rector de la Universidad de Navarra, Alfonso Sánchez-Tabernero, presidió el acto y destacó que "el optimismo" debe ser la gran cualidad de los directivos del siglo XXI. "Todas las personas que aportan valor a la organización son optimistas", manifestó. En su opinión, los seres optimistas se caracterizan por la ilusión, el coraje, su empeño por ayudar a los demás y en su espíritu de servicio. Una serie de virtudes indispensables, según el rector, para enfrentarse con garantías a la labor directiva.
El director del Executive MBA, José Ramón Pin, lanzó un mensaje a los nuevos graduados. "Devolved a la sociedad este oportunidad que habéis recibido en el IESE. Cuanto más deis, más recibiréis. Y lo debéis hacer de buen grado, sin esperar nada a cambio, porque esa es la clave de la felicidad", dijo.
Durante su discurso, Pin afirmó que la clave del liderazgo pasa por ayudar a que los demás acierten y sean mejores. Y recordó que la misión del IESE pasa por "formar a personas que transformen el mundo humanizándolo".
Por último, Enrique Cárcamo, Ricardo Fernández de Mazarambroz e Iñaki González, presidentes de la promoción, apelaron al "esfuerzo, sacrificio, liderazgo y confianza" que supone cursar el EMBA. "Tenemos la responsabilidad de liderar los cambios. Nos habéis enseñado que se lideran personas y no compañías, que son las personas las que hacen que una empresa despunte y no al revés", señalaron.
"Queremos devolver a la sociedad todo lo que nos habéis dado. Liderar con el ejemplo, ser los primeros en querer e intentarlo, ser humildes para aprender de todos", coincidieron. Los nuevos graduados incidieron en su voluntad de ser un ejemplo para la sociedad. "Queremos ser motor del cambio siempre con los valores por bandera", concluyeron.