La canciller alemana quiere sentar ejemplo de endurecimiento fiscal para tratar de restaurar la confianza de los inversores en el euro, golpeado por el enorme déficit en Grecia y otros países de la UE.
Berlín. La canciller alemana, Angela Merkel, acordará este lunes un paquete de recortes presupuestarios con su Gobierno y esbozará su agenda política hasta 2014 en una serie de pasos con los que espera restaurar su autoridad y la de la zona euro.
Los ministros retomaron las difíciles conversaciones este lunes tras trabajar hasta tarde el domingo por la noche. Merkel tiene previsto anunciar los resultados del borrador presupuestario y planes financieros para los próximos cuatro años a primera hora de la tarde.
Algunos analistas dicen que habrá hasta 10.000 millones de recortes anuales, junto con algunas subidas de impuestos limitadas, en el mayor programa de austeridad de Alemania desde la Segunda Guerra Mundial.
Merkel quiere sentar ejemplo de endurecimiento fiscal para tratar de restaurar la confianza de los inversores en el euro, golpeado por el enorme déficit en Grecia y otros países de la UE. Pero enfrenta un delicado equilibrio para asegurar que sus recortes no ahoguen la frágil recuperación en la mayor economía de Europa.
El déficit público alemán probablemente exceda 5% del Producto Interior Bruto este año. Aunque es una cifra significativamente menor que los niveles que registran otros países de la zona euro, aún así excede 3% que la UE establece como límite.
La autoridad política de Merkel también está en juego.
Perseguida por una caída en la popularidad del partido conservador y acusada de un débil liderazgo en la crisis en la zona euro, necesita recuperar la iniciativa política y conseguir un paquete sostenible que los votantes toleren.
Coyuntura decisiva. "La reunión del gabinete dará una dirección importante para Alemania en los próximos años, años que serán decisivos", dijo Merkel a periodistas este domingo antes del inicio de las conversaciones.
Ha prometido proteger la educación y las pensiones pero ha señalado el gasto en la seguridad social como un área susceptible de recortes.
Las reducciones seleccionadas en beneficios por desempleos probablemente también serán recortadas, además de los beneficios paternales para los desempleados, lo que podría ahorrar unos 400 millones de euros.
Además, se prevé la supresión de 10.000 funcionarios, según los medios alemanes, y recortes en el presupuesto de defensa de unos 600 millones para 2011, elevándose a 1.100 millones de euros en 2012.
También probablemente habrá un impuesto para la quema de varillas de combustible nuclear para las compañías que se beneficien de una extensión prevista de la vida de algunas plantas nucleares. Los medios estiman que esto podría recaudar unos 2.300 millones de euros al año.
Una vez que el Gobierno apruebe el presupuesto, Merkel tiene que conseguir que las dos cámaras del Parlamento den el visto bueno.
Esto ya no es seguro porque la coalición de centroderecha de Merkel con los liberales-demócratas perdió su mayoría en el Bundesrat, o cámara alta, tras las elecciones regionales del mes pasado.