La humanidad corre el riesgo de ser atacada por superbacterias integradas por más de un solo tipo de bacteria, y probar diferentes antibióticos para controlar una de estas superbacterias bien podría animar a otras que se encuentren acechando en las cercanías, se indicó en un estudio de la Universidad de Michigan (UM).
La humanidad corre el riesgo de ser atacada por superbacterias integradas por más de un solo tipo de bacteria, y probar diferentes antibióticos para controlar una de estas superbacterias bien podría animar a otras que se encuentren acechando en las cercanías, se indicó en un estudio de la Universidad de Michigan (UM).
Los investigadores de la UM utilizaron datos de un estudio de largo plazo de pacientes de asilos. Cerca de dos tercios de los pacientes estudiados fueron tratados con uno o más de 50 antibióticos diferentes durante el periodo de estudio.
Todos los pacientes del estudio usaron un catéter urinario para vaciar la vejiga durante al menos tres días durante el periodo de estudio, lo que permitió a los investigadores analizar los patrones de las infecciones del tracto urinario que en los pacientes de asilos u hospitalizados con frecuencia provienen de bacterias que entran a la vejiga por el catéter.
Los hallazgos indican que la colonización de la piel, nariz y garganta de estos pacientes con organismos resistentes a múltiples medicamentos (ORMM) no fue aleatoria.
"Observamos una red compleja de interacciones. La adquisición de cada una de las seis especies diferentes de ORMM fue influida por grupos diferentes de antibióticos y la colonización primaria de ORMM a su vez aumentó el riesgo de adquisición e infección con otro ORMM", dijo la principal autora del estudio, Joyce Wang, estudiante de post doctorado del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UM.
La colonización con un ORMM aumentó el riesgo de adquirir otro ORMM y tratar a un paciente con cualquier antibiótico aumentó sus probabilidades de ser colonizado por un ORMM que a su vez alteró el riesgo de ser colonizado más tarde por otro ORMM.
Para ser más específicos, el 40 por ciento de los 234 pacientes ancianos del estudio tuvieron más de un ORMM viviendo en su cuerpo. Los pacientes que tuvieron pares específicos de ORMM tuvieron más probabilidades de desarrollar una infección del tracto urinario relacionada con un ORMM.
Los investigadores de la UM se centraron en dos de los ORMM más peligrosos: el Enterococo resistente a la vancomicina (VRE) y el Estafilococo áureo resistente a la meticilina (MRSA), así como en cuatro bacterias gram-negativas que desarrollaron resistencia a dos potentes antibióticos.
"Tenemos que comprender cuáles son las prácticas clínicas que conducen a la propagación de los ORMM en las instalaciones médicas y parece ser, a diferencia de lo que se esperaba, que un factor clave es el uso de ciertos antibióticos contra un organismo individual que podría impactar a otros organismos en circulación", dijo el biólogo de sistemas Evan Snitkin del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UM.
Los investigadores han creado un mapa de interacciones entre las bacterias y tipos de antibióticos, lo que podría ayudar al cuerpo médico a elegir tratar a un paciente con un antibiótico específico. Pero esto llevará tiempo y requiere más investigación, indicaron los investigadores.
Los investigadores de la UM esperan que sus hallazgos den a los médicos y a los pacientes más razones para evitar el uso de antibióticos a menos que sean verdaderamente necesarios.
Las conclusiones fueron publicadas en Proceedings of the National Academy of Sciences.