Bruselas se convierte en el centro europeo del arte a través de su feria internacional Eurantica, en la que 125 galerías de diversos países muestran, en el corazón de Europa, las antigüedades del mañana.
Una carta firmada por el pintor belga René Magritte tres meses antes de su muerte destaca sobre un mar de muebles estilo Luis XV, bustos de superhéroes y lienzos flamencos, en la nueva edición de Eurantica, los salones de arte y antigüedades más eclécticos de Europa. "Eurantica puede definirse como la feria de las antigüedades del mañana. Aquí exhibimos a galeristas con piezas muy originales", señaló a Efe el organizador del salón, Luc Darte, que remarcó el carácter "refinado y ecléctico" de la cita.
Los bustos, el mobiliario francés del siglo XVIII, o la pintura contemporánea belga son algunas de las tendencias en decoración más populares de esta edición, según los organizadores.
También ofrece originales obras dirigidas a coleccionistas de arte. Entre las piezas más admiradas están: una máscara de Batman de un metro de alto; una precisa máquina de movimiento perpetuo; y una carta del pintor surrealista René Magritte (1898-1967), escrita tres meses antes de morir, donde defiende su concepción del arte y la pintura.
"Lo invisible, lo que la luz no puede iluminar, tiene un valor inestimable, pero habrá que ignorarlo para desear hacer visible el placer y el dolor, el conocimiento y la ignorancia, la voz y el silencio", puede leerse en la carta puesta a la venta por la casa Woodfox. "Hay más piezas únicas, como cuadros de maestros flamencos y holandeses o joyas muy especiales", agregó Darte en referencia a obras como "Alegoría de verano", del paisajista amsterdamés Jan Van Kessel (1641-1680), o un collar de piedras preciosas diseñado por el francés Yves Saint Laurent (1936-2008).
EXPERTOS INTERNACIONALES
Para garantizar la reputación del salón, un comité de treinta expertos contratados en museos y galerías internacionales vigilan que las piezas puestas a la venta sean auténticas y no hayan sido sometidas a restauración. Además, tres especialistas están disponibles de forma permanente para asistir a eventuales compradores sobre la calidad de una pieza, aunque no sobre su precio. "En Eurantica tenemos muy presente que Bruselas es la capital de Europa, lo que significa que hay un público internacional y un atractivo adicional para exponer aquí", opinó Darte.
"Nosotros seleccionamos a los galeristas, vemos su nivel y comprobamos si corresponde al espíritu del salón", agregó el responsable, que ha traído a esta feria a reconocidos coleccionistas europeos, como Raf Van Severen, Jan Muller o Laurence Fayolle. Unas 25.000 personas desfilan durante los diez días que dura el evento, ante los 125 puestos de galeristas llegados de Bélgica, Reino Unido, Luxemburgo, Francia, Italia, Holanda y Alemania, según datos ofrecidos por la organización.
PIEZAS ABORÍGENES Y ARTE DE "FIN DE SIGLO"
La galería parisina Aborigène exhibe, por primera vez en el salón, una serie de piezas artísticas realizadas con técnicas aborígenes de hasta 50.000 años de antigüedad, por artistas jóvenes. En el extremo opuesto, sobresalen dos rarezas del arte de "fin de siglo" muy valoradas, como son un par de lámparas de gas diseñadas por el arquitecto Alban Chambon, y un jarrón de estilo "art nouveau", con la firma del escultor Joseph Morreau.
"El eclecticismo en la decoración es una de las señas de identidad de Eurantica y Bélgica puede considerarse como la vanguardia de esta tendencia, porque es aquí donde se inició y lo que da reputación al país", señaló la organización en un comunicado. El tema central de la feria elegido para la edición de este año es la propia Bruselas, "una ciudad que está de moda", valoró Darte.
Para celebrar este homenaje, el Museo de Ixelles colabora con el salón exponiendo una selección de obras bajo el título "Soñar Bruselas", donde dos decenas de artistas radiografían la ciudad en la única sección no comercial del salón.
Es el caso de "La Torre de Bruselas", un collage realizado por Eric de Ville en el que decenas de edificios capitalinos imitan la icónica forma de la torre de Babel, pintada por Pieter Brueghel el Viejo en el siglo XVI, estableciendo un claro paralelismo. "Bruselas ha sido siempre un foro para el intercambio de ideas, una encrucijada cultural, la sede de las vanguardias de finales del siglo XIX y un polo activo de la creación contemporánea a nivel internacional", indicaron los organizadores.