Antología de cuentos de Antón Chéjov, sin escalas del ruso al español
Viernes, Septiembre 23, 2016 - 14:10
Volumen de 1.149 páginas con más de 70 historias tuvo como editor y uno de sus traductores al escritor y crítico literario Paul Viejo.
Más allá de su técnica y su estilo, que tanto han influido en la literatura universal, lo que más le interesa a Paul Viejo de Antón P. Chéjov es su mirada. “La personalísima elección de las cosas en las que se fija, los detalles en los que se detiene, a lo que le da importancia y lo que deja fuera del cuento. Es justo ese rasgo chejoviano que solo Chéjov puede imitar”, comenta el editor y uno de los traductores de Cuentos completos (1887-1893), una edición de Páginas de Espuma. La traducción se hizo directamente del ruso.
El resultado es un volumen de 1.149 páginas con más de 70 historias y una introducción que nos da un contexto preciso e iluminador sobre el trabajo del escritor y dramaturgo ruso. De los cuentos que encontramos en la antología están “El alemán bondadoso”, “El cosaco”, “La cigarra”, “El doctor”, “La sirena”, “Memorias de un hombre colérico”, “La crisis”, “La estepa”, “Ganas de dormir”, “Casa vieja” y “El beso”, entre otros.
La motivación principal del trabajo de Paul Viejo parece ser el lector, y eso se nota en el trabajo de edición y en el hecho de que también se haya echado un clavado en el proceso de traducción: “Hay quien llega por un conocimiento familiar de la lengua heredado, otros por la interpretación oral en empresas, etcétera. En mi caso llegué únicamente por la pasión por la lectura. Hay momentos en que un lector necesita leer más de sus autores favoritos, y para lograr eso aprende lenguas misteriosas o viaja a países extraños. Un lector hace lo que tenga que hacer por seguir leyendo”.
“Principalmente —comenta Viejo—, me ocupé de traducir aquellos textos que permanecían inéditos en español. Muchos de ellos pertenecen al Chéjov temprano, más juguetón y con menos pericia, pero también cuentos ‘adultos’ e incluso el placer de volver a traducir alguno de sus relatos clásicos”.
Traducir a Antón P. Chéjov no es sencillo. Al parecer, todos los traductores se topan con una dificultad constante: “la absoluta precisión en lo narrado, cualquier desvío en la elección de una palabra puede convertir el texto en un accidente”.
Si bien toda la obra del ruso le resulta fascinante a Viejo, aun así tiene sus favoritos: “Siempre lo digo y siempre lo advierto porque suele sonar a tópico, pero seleccionar cuentos de Chéjov y no nombrar ‘La dama del perrito’ sería una impostura. Para el último tomo he podido traducirlo, lo que viene a significar que he disfrutado el doble con su relectura”.
Dicen por ahí en el medio literario que el traductor resulta una especie de traidor; por supuesto no pudimos dejar de preguntar a Viejo su opinión al respecto: “Toda traducción y toda adaptación, toda película, toda recreación, es una traición y todo traduttore un traditore, desde el momento en que una obra literaria es exclusivamente aquello que escribió —y cómo lo escribió— su autor y nada más, ni siquiera los millones de opciones que ese autor tenía para hacer otra cosa y no eligió. Ahora bien, mayor traición sería dejar un texto sin traducir y que algunos lectores no pudieran llegar a acceder a él, ¿no es cierto?”.
“Hay algo continuamente insatisfactorio en la traducción, como en la escritura, la sensación de no estar siendo todo lo preciso que se debería, no estar utilizando las palabras adecuadas. Uno siempre piensa, y más si relee, que se podría estar cambiando y corrigiendo eternamente. Y sin embargo al mismo tiempo eso también es lo más bonito: ir eligiendo con delicadeza cada una de las palabras, cada una de las piezas por las que funciona un texto”, finaliza Viejo.
La antología Cuentos completos (1887-1893) de Anton P. Chéjov ya se encuentra disponible en librerías.