Por Alfredo Almerares, Physician Executive de InterSystems.
Conseguir una total interoperabilidad en el sector salud chileno es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el país, el cual es cada vez más consciente de la necesidad que existe de que instituciones privadas y públicas logren interactuar tecnológicamente y es que hoy en día, la prioridad no es otra que conseguir una total “salud conectada”.
Para lograr que Chile se transforme en un líder regional en términos de interoperabilidad en salud necesita, entre otras cosas, poner foco en la formación de capital humano. Conscientes de la importancia de este aspecto, InterSystems, Inacap y Corfo, a través del Comité de Transformación Digital, pusieron en marcha el curso “Estándares de interoperabilidad para el sector salud”, el cual busca generar valor para el desarrollo de la salud del futuro.
En términos de uso de sistemas de información en salud, Chile está tremendamente avanzado. De hecho, a nivel Latinoamericano no hay otro país que esté en el mismo nivel de madurez tecnológica hoy en día. Sin embargo, aún queda mucho camino que recorrer. Por ello, es importante visualizar el trabajo que están realizando otros países, como por ejemplo, las naciones nórdicas, Estados Unidos o España, dónde nos encontramos con niveles de implementación que exceden el 90% en la mayoría de los casos.
Actualmente la interoperabilidad es necesaria, entre muchas otras cosas, para intercambiar información de diferentes fuentes, independiente de cual sea su origen. Por tanto, es indispensable el conocimiento y la aplicación de estándares internacionales, que permitan una integración efectiva y un uso secundario de la información. Por ende, es importante tener en cuenta que no solo son dos actores los que interactúan en un sistema conectado, sino que pueden estar compuestos por más y, por ello, es fundamental que se utilicen estos estándares de interoperabilidad que permitan seguir escalando.
A pesar que los países líderes en esta materia han desarrollado mucho sus sistemas de información, la realidad es que los niveles de satisfacción de los clínicos con el sistema son muy bajos. Esto se debe a que no incluyeron la variable de la experiencia de éstos en el desarrollo del ecosistema de soluciones en salud. Por lo tanto, Chile tiene como desafío mostrarles a los clínicos cómo se genera valor y a partir de esto, ayudarlos para que el sistema no sea una barrera, sino una oportunidad de mejora.
Por tanto, el cambio para seguir avanzando en términos de interoperabilidad pasa porque clínicos y gestores del sistema de salud y pacientes se unan y trabajen en una mejora global, entendiendo y considerando las necesidades de todos, ya que en algún momento de nuestras vidas todos necesitamos acceder a ese servicio. Como país que ya ha entrado en la Transformación Digital, es obligación de todos ayudar a mejorarlo.