Por Darío Celis, para Dinero en Imagen (Excélsior).
En México, los hospitales del Estado no pueden atender a los derechohabientes inscritos en los sistemas de salud pública debido a la falta de infraestructura y de personal médico suficiente.
Se estima que un 35% de la población afiliada a esquemas públicos de protección médica se atiende en servicios ambulatorios privados, por lo cual el 55% del gasto en salud de la población es cubierto por los hogares. Por ello, uno de los muchos retos que tendrá el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador está el garantizar los recursos para construir y eficientar la red pública hospitalaria nacional.
El ISSSTE, que dirige el ausente Florentino Castro y que el 1 de diciembre asumirá Luis Antonio Ramírez, destina sólo el 0,6% de su presupuesto a inversión en mantenimiento y construcción de nueva infraestructura.
Son mil 560 millones de pesos (US$ 81,8 millones) anuales, insuficientes para cubrir la edificación y equipamiento de sus hospitales generales en Nayarit, Tabasco y CDMX, donde requiere más de cuatro mil millones de pesos.
Por su parte, el IMSS requiere construir 36 nosocomios de 144 camas, sólo para recuperar la capacidad que tenía en 2011, de 0.82 camas por cada mil derechohabientes, la cual se ha reducido a 0,69.
Los hospitales en proceso son los de Bahía de Banderas, García, Tepotzotlán y Tapachula, para lo cual se necesitan seis mil 937,8 millones de pesos (US$ 363,9 millones) que la institución no puede cubrir con su presupuesto actual. Esta es la razón por la cual los empresarios se han tomado muy en serio los dichos y el compromiso de Alfonso Romo, futuro jefe de la Oficina de la Presidencia.
El empresario pidió a la Coparmex, encabezada por Gustavo de Hoyos, que gobierno e iniciativa privada incursionen juntos en la construcción de infraestructura. Parte de las necesidades del sector será discutida en el Décimo Foro Nacional de Infraestructura, organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, que se llevará a cabo mañana.
Habrá representantes del nuevo gobierno de AMLO, como Javier Jiménez Espriú y Cedric Iván Escalante, el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes y el subsecretario de Infraestructura, respectivamente. Otro es Arturo Herrera, quien será el nuevo subsecretario de Hacienda. Se espera que los integrantes del nuevo gobierno conozcan las ventajas de las Asociaciones Público-Privadas (APP) para atender las necesidades sociales sin inversión inicial del erario.
