¿Por qué parece que existen personas que tienen más de 24 horas en su día y logran realizar todo lo que se proponen? ¿Por qué somos más productivos trabajando para otros que para nosotros mismos?
Muchas veces hemos experimentado el principio de Parkinson en nuestras vidas:
En la universidad tenías todo el semestre para escribir un trabajo aunque terminaste en los últimos 4 días, enviándolo minutos antes de cerrarse el plazo de entrega.
Has tenido toda una semana para comunicar algo importante aunque lo has hecho en el último momento posible.
Has tenido todo el año para cuidarte antes de una boda o de las vacaciones pero empiezas la dieta y a hacer ejercicio un mes antes del viaje.
Durante meses te quedas "paralizado" sin poder trabajar y de repente, comienzas a trabajar rápidamente para terminar una tarea justo antes de tiempo.
Así empezaba el discurso que Cyril Northcote Parkinson dio en 1957. No era una conferencia sobre productividad personal, sino un estudio científico riguroso sobre por qué la Oficina Colonial Británica tenía cada vez más empleados, a pesar de que el Imperio Británico implosionaba. El resto del ensayo original se dedica a analizar cómo una cultura burocrática fomenta la creación de subordinados y de trabajo de forma innecesaria.
Ley de Parkinson se conecta con nuestra tendencia a complejizar. Es decir cuanto más tiempo se tenga para completar una tarea, más tiempo tardará.
¿La contra-cara? Podemos ser más productivos asignando menos tiempo a cada tarea, y creando límites que sí o sí necesitamos respetar.
Las conclusiones de Parkinson no sólo se utilizan al pensar los ciclos de productividad en cuanto al tiempo. También tienen consecuencias sobre la eficiencia en cómo manejamos el dinero, y explican nuestra tendencia a dedicar demasiado tiempo a las minuciosidades.
De allí que hoy en día se hable de 3 leyes de Parkinson para cubrir derivaciones que surgen de la idea central. Así, se dice:
- "El trabajo se expande hasta llenar el tiempo de que se dispone para su realización".
- "Los gastos aumentan hasta cubrir todos los ingresos".
- "El tiempo dedicado a cualquier tema de la agenda es inversamente proporcional a su importancia" (o ley de la trivialidad).
De hecho, las tareas y las ideas sin fecha de vencimiento tienden a hacerse eternas.
Por eso una derivación de estas 3 leyes de Parkinson es sentir que somos más productivos trabajando para otros que para nosotros mismos. No es sólo la presión social que nos impulsa, sino que también hay una fecha clara impuesta. Así, hay personas en la Universidad que estudian libros en una noche, pero luego se pasan años completos intentando terminar su tesis (donde no tienen plazos).
Quizá somos empleados hiper-productivos, pero no logramos empezar nuestro propio negocio. En el primer caso, el jefe nos puso una fecha y recursos limitados. En el segundo, "saldrá cuando tenga que salir". Y no sale nunca.
Cuando hay recursos limitados encontramos creatividad, energía, recursos y foco. Eso implica fechas límites y también presupuestos límite. La Ley de Parkinson se conecta con la de Pareto, porque nos obliga a identificar cuál es el 20% de la tarea que es más importante.
Entonces si queremos ser mucho más creativos y productivos, debemos limitar la cantidad de tiempo y recursos disponibles para una tarea, muchas veces aplicando limitaciones artificiales:
- Trabaja sin el cargador de tu portátil. Trata de hacer las tareas (leer el correo electrónico, escribir un informe...) antes de que te quedes sin batería.
- Acorta los plazos de entrega, se audaz y redúcelos a la mitad.
- Elimina las distracciones y limita tareas poco productivas a 30 minutos cada día: ver las redes sociales o el correo electrónico.
- Termina las tareas más importantes antes del medio día. Despierta una hora antes, mientras el mundo sigue dormido. En lugar de revisar su teléfono o leer el periódico, completa una actividad importante.
- No te lleves nunca trabajo a casa.
- Crea restricciones para crear libertad. La lección principal de la ley de Parkinson es que las restricciones pueden crear libertad. Es un pensamiento contraintuitivo aunque real que se puede aplicar hasta a las tareas más simples.
Finalmente, te invitamos a intentarlo y usar la Ley de Parkinson para lograr lo que te propones y a su vez de disfrutar más de tu tiempo.