Las decisiones más equivocadas se toman, generalmente en momentos de alegría máxima, tristeza profunda o furia descontrolada. Aprenda a controlarse.
Explotar en cólera cuando se presenta un problema o una frustración es un problema cada vez más común que trae nefastas consecuencias para quien explota en ira y su entorno.
Paola Balanta, profesora de Terapia Ocupacional de la Universidad del Rosario, explica que la ira es una activación fisiológica en la que se puede perder claridad frente a los pensamientos. Por su parte, Victoria Cabrera, profesora investigadora del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana explica que “la sangre se va para las extremidades del cuerpo. Llegando a la boca, ojos, dedos, manos y pies, con el fin de salir y es por eso que el ser humano en momentos de ira siente la necesidad de salir corriendo o defenderse”.
Generalmente, se manifiesta ofendiendo a los demás, gritando, golpeando con los puños, manoteando, o dando patadas. Estas explosiones pueden afectar la salud (se sube la tensión) y sus relaciones personales.
Si esto le pasa con frecuencia, lo mejor es iniciar una terapia para aprender a controlarla, aprender a respirar y practicar la relajación. Puede empezar por la dieta, eliminar el exceso de azúcar y carbohidratos. Incluir en la dieta salmón y productos integrales para ayudar a la cordura y aumentar el control.
¿Cómo controlarla?
- Con pensamientos que lleven a solucionar el asunto.
- Con terapias que permitan desahogarse y controlar impulsos violentos.
- Entrenamiento progresivo (Aprendiendo a pensar).
- Preventivamente: en edades tempranas, hay que enseñarle a pensar a los niños.
- Ir a un parque, hacer relajación, meditación, bailar.
Tips
- Tomarse un vaso de agua.
- Contar hasta diez.
- Hacer ejercicio.