Pese a que en algunos casos se hacen implantes de desfibriladores en infantes, no todos son viables. Por ello la creación uno portátil y externo viene a resolver el problema. La FDA ha emitido la aprobación regulatoria para el sistema de desfibrilador Lifevest de ZOLL Medical para ser utilizado con los pacientes pediátricos que no son candidatos a un desfibrilador implantable. El chaleco salvavidas es un desfibrilador externo y portátil que monitorea continuamente el corazón para detectar signos de arritmias peligrosas. Una vez detectado, al igual que un desfibrilador externo automático (DEA), ofrece una descarga eléctrica al paciente. Muchos DEA están aprobados para su uso en niños, pero el ZOLL lifevest es el único que no requiere de una segunda persona para ser operado. El aparato está compuesto de dos piezas principales: un chaleco que se puede esconder debajo de la ropa y un controlador que se ajusta a la cintura. En total, pesa menos de 1 kilo. El dispositivo fue probado en un estudio con 248 pacientes, de los cuales 4 recibieron un shock eléctrico que salvó sus vidas restaurando sus latidos del corazón al ritmo correcto, luego de sufrir un ataque. Los pacientes tenían de tres a 17 años y no se logró identificar ningún problema de seguridad. La indicación de aprobación incluye a los niños que tienen un tamaño de pecho de al menos 66 centímetros y un peso corporal mínimo de 20 kilogramos.