Esta condición severa afecta a quienes reciben transfusiones de sangre periódicas, con el nuevo tratamiento, los pacientes tendrían mejor adherencia y tolerancia intestinal.
Una nueva formulación de la droga que cambió el tratamiento de la sobrecarga de hierro, una condición severa que afecta fundamentalmente a quienes reciben transfusiones de sangre periódicas, ya está disponible en la Argentina, afirmaron especialistas y destacaron que "favorece la adherencia y mejora la tolerancia gastrointestinal".
En algunas enfermedades hematológicas, como la talasemia o las mielodisplasias, los pacientes necesitan transfusiones de sangre frecuentes, lo que eleva la presencia de hierro en la sangre a niveles que, si no se controlan, pueden volverse tóxicos y dañar el corazón, el hígado y distintas glándulas.
Hasta hace una década esa sobrecarga se trataba con una bomba de infusión que se utilizaba por 12 horas seguidas cinco veces a la semana. Desde 2006, los pacientes cuentan con una droga llamada "deferasirox", que se comercializa en forma de tabletas dispersables en agua.
Según los especialistas, si bien ese avance fue "determinante", el comprimido recubierto que acaba de presentarse en Argentina es más valorado por los pacientes, favorece la adherencia y mejora la tolerancia gastrointestinal.
"Los tratamientos ‘quelantes’, que eliminan la sobrecarga de hierro, logran un excelente control y evitan las complicaciones relacionadas a la sobrecarga. Es importante tener en cuenta la relevancia los controles anuales para ver si el paciente tiene que aumentar, disminuir o suspender el tratamiento”, explicó a Télam Guillermo Drelichman, jefe del Servicio de Trasplante de Médula Ósea del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Y es que si no se elimina adecuadamente, el exceso de hierro va acumulándose en distintos órganos y tejidos: en el corazón, por ejemplo, está asociado con el desarrollo de arritmias e insuficiencia cardíaca y es la principal causa de muerte en pacientes con talasemia mayor.
Otras complicaciones que pueden surgir como consecuencia de la sobrecarga de hierro son la hipertensión pulmonar, hipogonadismo, trombosis, osteopatías, hipotiroidismo, fibrosis hepática y cirrosis.
Consultado sobre los síntomas que pueden hacer al paciente sospechar la sobrecarga de hierro, Drelichman dijo que "lamentablemente aparecen tarde, cuando ya el cuadro es importante y crónico".
Por eso se denomina a esa afección "el enemigo oculto", ya que "sólo puede detectarse tempranamente con estudios muy específicos. Los síntomas más frecuentes de aparición tardía son disminución del crecimiento, diabetes, dificultades en la fertilidad, trastornos hepáticos y cardiológicos”, detalló el especialista.
Con respecto a las ventajas de los comprimidos recubiertos sobre las tabletas dispersables en agua, Drelichman destacó que “uno de sus beneficios es que se pueden tomar enteros, sin que se pierda ninguna partícula que pueda quedar suspendida en el vaso".
Asimismo, "si el paciente no puede tragarlo, lo puede triturar y administrar con alimentos blandos como yogur o puré de manzanas".
"No es necesario entonces tener el estómago vacío como en la presentación anterior", completó.
Por su parte Miguel Bongiorno, presidente de la Asociación Talasemia Argentina (ATA), afirmó que "es muy positivo que se siga avanzando para lograr una mejor calidad de vida de los pacientes que deben someterse a transfusiones con frecuencia".
"Otro aspecto sobre el que nunca está de más hacer hincapié es la necesidad de que más personas se comprometan como donantes de sangre habituales, porque es mucha la demanda para las distintas condiciones que requieren transfusiones frecuentes”, completó Bongiorno.