El dato surge de una encuesta realizada por el Observatorio de Violencia Obstétrica de la agrupación Las Casildas.
Por medio de un relevamiento sobre más de 4.900 nacimientos a nivel nacional, el Observatorio de Violencia Obstétrica de la agrupación Las Casildas realizó una encuesta cuyos resultados demuestran que los niveles de maltrato que padecen la mujeres y sus hijas e hijos son “dramáticos”.
Violeta Osorio, integrante de la agrupación, afirmó que existe un nivel de vulneración de derechos “constante y sistemático” en las distintas áreas en las que se practica tanto en partos como cesáreas.
A pesar de que Argentina es un país pionero en esta materia, debido a que en 2004 se sancionó y en 2005 se reglamentó la Ley 25.929 de Parto Humanizado, la referente alertó que “las mujeres sufren todo tipo de maltrato verbal, físico, humillaciones, burlas, críticas, uso indebido de las intervenciones, así como también la utilización abusiva de fármacos”.
Una de las mayores preocupaciones formuladas por Osorio es la falta de información que los equipos obstétricos le dan a la familia durante los procesos: “Los padres no saben qué es lo que sucede, ni diferencian qué está bien o mal, por ende no tenemos ninguna opción de decidir qué es lo que queremos”, explicó.
“Hemos encontrado que la violencia obstétrica atraviesa todos los órdenes, sin hacer ningún tipo de discriminación”, resaltó la miembro de Las Casildas, aunque diferenció que “en los hospitales públicos es más clásico que se sufra maltrato verbal y físico, mientras que en el sector privado como el paciente además es cliente no sucede tanto pero sí es mayor el índice de abuso de las rutinas y de medicación en cesáreas”.
Aunque en ambos casos es común la falta de información y la posibilidad de elección, “hay que comprender que en el parto la mujer es la protagonista, se trata de saber qué y cómo es lo que queremos, por eso, sería ideal que todas las familias lleguen con información al parto”, destacó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que hay una epidemia de cesáreas “un índice realmente injustificado”, indicó la analista, y especificó que en Argentina el 50% de los niños nacieron por cesáreas, cuando en realidad ese índice debería ser entre el 10 y 15%.
Finalmente, Osorio sostuvo que “el problema de la violencia obstétrica no se trata de una cuestión ni médica ni científica”, sino que es un tema cultural y político, “de cómo se concibe a la mujer, su salud sexual reproductiva, y cómo es concebido el nacimiento que pasó de un evento sano a patológico”.