Compañías del sector instalarán además, una nueva planta de producción de estas vacunas, con lo que el país "queda a la vanguardia en la investigación contra esta enfermedad", afirmaron autoridades nacionales.
Empresas de salud invertirán en la Argentina alrededor de US$ 130 millones para el desarrollo de una vacuna contra el zika y en la instalación de una nueva planta de producción de estas vacunas, con lo que el país "queda a la vanguardia en la investigación contra esta enfermedad", afirmaron autoridades nacionales.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Brañao realizó el anuncio en la BIO 2017, la exposición científica más grande del mundo en biotecnología, a la que asisten 16.000 personas y que reúne a representantes de más de 50 países.
Actualmente, la compañía de biotecnología Protein Sciences se está encargando de realizar los estudios fase I de la vacuna contra el zika en Estados Unidos, pero las fases II y III de estudios clínicos ampliados continuarán en la Argentina.
Esto implicará una inversión estimada de US$ 80 millones, lo que incluye investigadores, médicos, centros de salud y empresas de servicios contratados en el país.
El virus de zika es un flavivirus transmitido por mosquitos que, en julio de 2015, fue notificado en Brasil como asociado al síndrome de Guillain-Barré y la microcefalia y tiene un periodo de incubación de pocos días y sus síntomas son similares a los del dengue.
Consisten en fiebre, erupciones cutáneas, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, malestar y cefaleas que duran entre 2 y 7 días.
Los estudios de fase II y III implican un monitoreo con pacientes y centros de control y, como parte de la generación de evidencia e información sobre esta nueva enfermedad, Sinergium Biotech -la empresa argentina que continuará con la investigación- firmó un convenio para incluir estudios epidemiológicos actualmente no disponibles.
Según un comunicado de la empresa, los estudios trazarán "líneas estratégicas de investigación, a nivel nacional y regional", entre las que están la definición de "población objetivo a vacunar, edad, zona geográfica, recomendaciones sobre el control del vector, manejo e investigación de un brote y comunicación en crisis".
Ennrique Rodríguez Chiantore, jefe de Gabinete de asesores del ministerio de Salud, aseguró que la decisión de estas empresas de invertir en el país se debe al cambio de reglamentación recientemente aprobado por el gobierno argentino.
"Antes, la Anmat se tomaba un promedio de 160 días para aprobar estudios de investigación. A raiz de las nuevas reglamentaciones anunciadas por el presidente Mauricio Macri, ahora tardarán 70 días y 50 en los casos que ya hayan sido pre-aprobados por países de alto nivel de desarrollo científico", destacó el jefe de Gabinete de asesores.
Respecto de los plazos trazados, Rodríguez Chiantore aseguró que a finales de 2017 "se presentará la documentación en Argentina" para que "a principios del año próximo inicie la investigación".
Aunque "es difícil predecir el período de investigación clínica para una vacuna", Chiantore se mostró confiado de que una vez que comiencen los estudios "habrá que esperar un período de entre dos a tres años para tener los primeros resultados".
Las inversiones también incluyen US$ 50 millones destinados a la construcción de una nueva planta de producción de vacunas en Garín (Escobar) que utilizará la moderna técnica de proteínas recombinantes y la incorporación de más de 100 personas altamente calificadas en los próximos dos años.
Para su producción se utilizarán células de insecto infectadas con un baculovirus (virus que solamente infecta a las células de insecto, no patógeno para humanos) que contiene la información genética de la proteína del virus de interés.
Esta modalidad de desarrollo proporciona un método de producción rápido y seguro, ya que no utiliza virus patógeno para su producción, y es una tecnología usada actualmente en la elaboración de otras vacunas tanto veterinarias como humanas aprobadas en varios países del mundo.
"Se están generando las condiciones para fomentar las inversiones en el país y ésta es una clara manifestación de que ya empezamos a transitar ese camino, ya que se trata de más de US$ 100 millones de inversión en investigación y desarrollo en el país", sostuvo Rodríguez Chiantore.
"La investigación hoy es fundamental en el país, tanto para la calidad de vida de la gente como para la producción de empleo de calidad. Tenemos grandes profesionales y este tipo de inversiones es fundamental para reforzar nuestro crecimeinto", cerró.