La médica, desesperada, llegó a recurrir al ministro de Salud de la provincia de Chaco sin tener respuesta. El director del hospital, en cambio, se fue de vacaciones.
Una médica pediatra a cargo de una unidad de neonatología, en el norte de Argentina, debió trabajar cuatro días y cuatro noches sin parar porque nunca le enviaron un reemplazo. Ello, después de 16 horas de descanso de un turno previo de 48 horas corridas.
La situación, que pudo tener ribetes dramáticos antes un eventual error de diagnóstico y tratamiento, se produjo en el Hospital del Bicentenario General Güemes , ubicado en la localidad de Juan José Castelli, Chaco. La situación fue revelada por el diario argentino La Nación, que entrevistó a la profesional, Rosana Medina, quien relató que “tras intentar durante varios días que le enviaran un reemplazo, el director del hospital le dijo, el viernes a la noche, que aún no tenía una solución y le pidió que no dejara el servicio”. Para su sorpresa, el lunes en la mañana Medina se enteró que el titular del centro médico “se había ido de vacaciones”, a raíz de lo cual tuvo una crisis de nervios. Había pasado casi una semana de guardia a cargo, con dos enfermeros, la atención de 10 bebés en las incubadoras de terapia y los recién nacidos en las 27 habitaciones casi completas, más la sala de partos y las consultas espontáneas”.
Horas antes, la médica, desesperada, “dado que el fin de semana el director no me respondía”, llamó al subsecretario (de salud de la provincia) “y hasta hablé, dijo, con el ministro de Salud de Chaco, Luis Gómez Samela, que me dijo «Pero mi hija, ¿cómo vas a estar tantas horas de guardia? ¿No tenés familia?»”.
Dada la inexistencia de una solución, la médica de 31 años, tras explicarles a los pacientes lo que ocurría, “presentó una nota al contador que estaba a cargo del hospital y desconocía lo que estaba sucediendo”, para luego dirigirse a una comisaría “a hacer una exposición policial y dejar constancia de que me tenía que retirar del servicio", en busca de evitar que se la inculpara por abandonar su puesto, cosa que hizo a las 11 horas del lunes pasado. Sólo entonces las autoridades de salud actuaron y a las 17 horas apareció un médico de reemplazo. Pero, en una nueva vuelta de tuerca que bordea el grotesco, ese profesional se quedó sólo hasta las 7 de la mañana del martes y entre esa hora y el miércoles a la mañana el hospital volvió a quedar desguarnecido.
Las autoridades del Chaco se negaron a comentar los hechos, excepto para indica que la médica a cargo había tenido “una descompostura de la salud”. Del director en vacaciones no se supo nada más hasta el momento.