El debate sobre la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de Salud (Agnet), uno de los tres proyectos en los que se desglosó la llamada reforma laboral, continuó el martes pasado en el Senado donde se reivindicó la propuesta.

En la comisión de Salud del Senado, el ex ministro de Salud Daniel Gollán calificó el martes como "positiva" la creación de la Agnet y subrayó que uno de los objetivos del ente debería ser “establecer que si un organismo científico determina que un medicamento o tecnología no es efectivo es ilógico que se registre y circule por el sistema de salud”.

Gollán declaró que la función de la Agnet debe ser “incomodar a los grandes laboratorios multinacionales y no a los ciudadanos", y advirtió que "hay que aceptar que hay que enfrentar intereses" y que se trata de "una decisión política”.

El médico sanitarista y director de la Producción Pública de Medicamentos, Jorge Rachid, también reivindicó la creación de la agencia como uno de muchos “intentos de solución" a una problemática, y evaluó que ese organismo sería "muy importante desde una mirada sanitaria ya que tiene que ser vital en la certificación de los medicamentos y en evitar el medicamento copia”.

Destacó que “la industria farmacológica tiene intereses muy fuertes que operan sobre la cultura de la medicalización", y declaró que "cuando se habla de una agencia de este tipo se debe estar absolutamente incontaminada de cualquier conflicto de intereses".