Rusia se perfila como la posible salvación del sector frutícola argentino.
La secretaria de Mercados Agroindustriales del ministerio de Agroindustria argentino, Marisa Bircher, informó que en pocos días será nombrado un agregado agrícola en Rusia, país que se ve como una solución a la crisis por la que atraviesa el sector.
Los productores de peras y manzanas argentinas viven una fuerte caída en la exportación de sus productos. Según un informe del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), las ventas al exterior bajaron un 18,5% en el primer trimestre de 2017 comparado al mismo período del año pasado.
Sin embargo, mercados como el ruso tienen el potencial de aliviar al sector.
"Rusia es un mercado sumamente interesante. El año pasado fuimos con [el ministro de Agroindustria Ricardo] Buryaile y vivimos de manera directa el interés que tienen los importadores rusos por los alimentos, la maquinaria agrícola, y en especial por las frutas argentinas. Es lo que nos marca la posibilidad de seguir trabajando y profundizando la relación comercial. Por eso estamos a pocos días de nombrar nuestro agregado agrícola en ese país. Además de las peras y las manzanas podemos llegar con ciruelas, limones, nueces. Hoy somos desde el punto de vista frutícola casi 5% del mercado ruso. Es una posición valorable pero tenemos que seguir aprovechando", dijo Bircher.
Además consideró que el ruso es un mercado "muy importante" porque evoluciona de manera "muy dinámica".
La funcionaria informó que distintos organismos rusos mostraron un "principal interés" porque Argentina sea proveedora de frutas, lácteos, de volver a ser proveedores de carne. Consideró estas señales como "un gran campo de oportunidades" en materia de cooperación agrícola ya que "Rusia se está convirtiendo en un fuerte productor y exportador de alimentos".
Esto abre, según Bircher, un potencial campo de cooperación entre ambas naciones.
La secretaria también destacó otros posibles destinos para la producción argentina de frutas y verduras. Señaló que la Unión Europea es un "fuerte cliente" con exigencias sanitarias cada vez más elevadas. Aseguró que Argentina está haciendo "todo el esfuerzo" para seguir colmando esas expectativas.
Sin embargo, explicó que esos esfuerzos elevan los costos a los pequeños productores, a quienes intentan ayudar desde su cartera.
Bircher analizó que a nivel latinoamericano el principal socio argentino es Brasil, pero dijo que China comienza a resonar. "China empieza a ser un cliente para nuestra fruta fresca. Hemos abierto mercados para las frutas", indicó.
Aclaró sin embargo que "a veces las distancias y los sistemas sanitarios exigidos van en contra de la vida útil de nuestras frutas. China en muchos casos nos exige un sistema de frío muy riguroso que hace que la fruta pierda su calidad. Con Brasil sucede lo mismo en el caso de la uva. Mercados hay pero hay que reacomodar esas cuestiones sanitarias que nos exigen. Nuestro Proyecto es mantener los socios que tenemos y ampliar a países como México, EEUU y Japón", concluyó.