El Gobierno de Argentina, cuya economía está sitiada por una prolongada recesión y una crisis financiera, anunciaría el jueves su propuesta a acreedores internacionales para postergar pagos de sus instrumentos emitidos bajo ley extranjera.
Londres/Buenos Aires.- Las negociaciones de Argentina por una deuda de US$70.000 millones están en sus últimas etapas, con bonistas preparándose para lo peor en momentos en que el país ultima los detalles de una demorada oferta de reestructuración que los acreedores temen implicará fuertes pérdidas.
El Gobierno de Argentina, cuya economía está sitiada por una prolongada recesión y una crisis financiera, anunciaría el jueves su propuesta a acreedores internacionales para postergar pagos de sus instrumentos emitidos bajo ley extranjera.
Los dirigentes de la nación sudamericana han advertido a acreedores que el país necesitará una quita sustancial y que la oferta que hagan debe ser viable, en momentos en que la pandemia global de coronavirus amenaza con mantener al país en una profunda recesión en el 2020.
"Los términos podrían ser bastante duros y más duros de lo que el mercado estaba calculando, así que estamos tomando precauciones con Argentina", dijo Jean-Charles Sambor, titular del área de ingresos fijos en mercados emergentes de BNP Paribas Asset Management.
La oferta es uno de los capítulos clave del drama financiero que comenzó el año pasado cuando el actual presidente de centroizquierda Alberto Fernández derrotó al entonces mandatario liberal Mauricio Macri en las presidenciales.
El martes Argentina presentó un registro de deuda de US$50.500 millones ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, allanando el camino para la emisión de nuevos instrumentos bajo ley extranjera en lo que probablemente sea una oferta de canje de deuda.
Con las negociaciones demoradas por el coronavirus -que impulsó a Argentina a aplicar una cuarentena general y obligatoria y a cerrar sus fronteras- tenedores de bonos se han quejado de una falta de compromiso y transparencia del Gobierno.
"Argentina es una caja negra. No se qué esperar", dijo a Reuters un bonista que pidió no ser identificado.
"Probablemente el coronavirus sea utilizado como una excusa para que sea más difícil para que el Gobierno alcance un superávit primario, entonces pedirán por un recorte más grande para hacer más sustentable la deuda. Existe el riesgo de que usen ese argumento", señaló.
Un portavoz del Ministerio de Economía argentino no quiso realizar comentarios al ser consultado por Reuters.