Un equipo de la Universidad de Navarra ha descubierto que este ácido nucleico puede regular la replicación celular y la formación de los cromosomas, directamente relacionado con la multiplicación de células tumorales.
SINC. Científicos del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra han descubierto CONCR, un ARN largo no codificante que regula la replicación celular y la formación de los cromosomas, directamente relacionado con la multiplicación de células tumorales.
El hallazgo, que podría servir de diana terapéutica contra diferentes tipos de cáncer como el de pulmón y mama, se ha publicado en la revista Molecular Cell. Además, estos resultados protagonizan un comentario en el último número de la revista Cancer Discovery.
Durante la división celular cada célula duplica y empaqueta su ADN en cromosomas. Cada cromosoma está formado por dos cromátidas hermanas que unidas generan la conocida forma de X de los cromosomas. La correcta regulación de este proceso es fundamental para garantizar la fiel transmisión de la información genética a las células hijas.
“Nuestro estudio describe este nuevo ARN, que hemos analizado en cientos de tejidos sanos y tumorales. A través de técnicas de secuenciación y de análisis computacional comprobamos que la expresión de CONCR es mayor en los tejidos de diferentes tipos de cáncer, como el de pulmón y mama, que en las muestras de tejidos normal”, explica Maite Huarte, directora del estudio.
Mecanismos de acción
Los investigadores se han centrado en conocer los mecanismos de acción de este gen con interesantes resultados. “Hemos visto que la expresión de CONCR está directamente relacionada con la capacidad de proliferación que tienen las células tumorales. En concreto, CONCR regula la actividad de DDX11, una proteína que interviene en la replicación del ADN y la cohesión de las cromátidas hermanas, procesos fundamentales en la división celular”, explica Francesco Marchese, primer autor del trabajo.
Los avances desarrollados en el CIMA sugieren que CONCR podría ser una diana que serviría para el tratamiento de muchos tipos de tumores, ya que interviene en mecanismos que son inherentes a las células que proliferan de forma muy activa, independientemente de su origen.