En medio de la promoción europea de "Terminator-Genisysen", el actor de origen austríaco dice que los errores en su vida forman parte "de mi propia máquina del tiempo y no voy a renunciar a ellos".
"Como en la película, tal vez esté algo más viejo pero no obsoleto", bromea Arnold Schwarzenegger al presentar la nueva versión de "Terminator" en Berlín, como parte de la gira promocional europea de "Terminator-Genisysen".
La película presenta a un Terminator ya no como máquina asesina de Sarah Connor, sino que -por el contrario- como un ángel guardian de la progenitora del futuro líder de la resistencia.
"Terminator-Genisysen" es considerada por quienes participan del proyecto como una "versión nueva". De hecho, su director -Alan Taylor- ha señalado que el filme se trata de una "revisión libre" en torno a una historia universalizada y actualizada.
En ese sentido, se hace cargo de algunas cosas como que en la película los personajes viajan del pasado al futuro y viceversa, en distintos episodios, sin sufrir aparentemente el paso del tiempo. Salvo Terminator, que -en rigor- es una máquina que envejece.
"Efectivamente jugamos con ésta y otras paradojas. El hecho de contar con Schwarzenegger bien merece saltarse alguna norma de la lógica del tiempo", apunta Taylor.
Si bien el filme recoge lo central de la temática que forma la saga -la lucha entre la máquina y la resistencia de los pocos humanos que dejó la apocalipsis- la historia incluye variaciones y saltos inesperados.
En ese juego, la figura de Schwarzenegger representa el valor de lo imperecedero, aunque -claro- asumiendo la realidad. "Volver a este personaje con 67 años es algo que debe asumirse con ciertas dosis de humor", reconoce.
Frente a una concurrida conferencia de prensa, el actor de origen austríaco subraya que está dispuesto a asumir su trayectoria, incluyendo sus errores, sin llegar a arrepentirse.
"He cometido errores, profesionales y privados, pero -en rigor- cada uno de ellos forma parte de mi propia máquina del tiempo y no voy a renunciar a ellos", comenta.
Desde 1984, año en que encarna al célebre cyborg por primera vez, Terminator no es la máquina terrible que se ubicaba en la línea del mal dentro de la trama central. En la nueva versión de la película protege a la mujer que debe engendrar al líder de la resistencia, John Connor.