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5 megacatástrofes globales que podrían ocurrir en cualquier momento
Viernes, Octubre 9, 2015 - 14:42

Millones de personas involucradas y daños prácticamente irreparables. Revisa las previsiones que más alertan a los investigadores. ¿Debemos preocuparnos?

"De supervolcanes a megatsunamis imponentes, estos eventos catastróficos podrían afectar a millones y ocurrirán antes de lo que piensas", escribió Matthew Blackett, geólogo de la Universidad de Coventry en un artículo en The Conversation. Pero, para que esa idea no quede sola en el aire, te presentamos los casos concretos que puedan darnos uno que otro problema.

Supervolcán en Indonesia

La amenaza que representa para el mundo el supervolcán de Yellowstone en Estados Unidos está bien documentada. Menos conocido es el volcán del Lago Toba, en la isla indonesia de Sumatra, formado hace 74.000 años. Su mayor erupción se produjo hace 25.000 años. Se estima que expulsó un 12% más de ceniza y lava que la erupción de Yellowstone hace 2,2 millones de años. Y, a juicio de Blackett, puede estar a punto de estallar. Por una serie de factores, la perspectiva de una supererupción en Toba es mucho más intimidante que la de Yellowstone: se encuentra en una isla donde viven más de 50 millones de personas y está solo a 40 kilómetros del océano Índico, por lo "sin duda" se generarían tsunamis "catastróficos". Y lo que es peor: "En los últimos meses, los informes de los gases volcánicos y el calentamiento de la superficie del suelo sugieren que el gigante dormido se puede despertar".


 

Hilina Slump

El posible colapso de la parte sur del volcán Kilauea en la isla grande de Hawaii, denominado Hilina Slump, podría dejar caer 12.000 kilómetros cúbicos de roca en el Océano Pacífico, lo que generaría un megatsunami que llegaría a la costa occidental de América del Norte en cuestión de horas. Hay evidencia de que un colapso similar en la cercana Mauna Loa hace alrededor de 120.000 años generó un tsunami con una altura de más de 400 metros. En 1975, un movimiento generó un tsunami pequeño pero destructivo que llegó a California. "Teniendo en cuenta que la zona está continuamente activa y en movimiento, solo bastaría una sacudida para poner en marcha esta cadena de acontecimientos catastróficos", señaló el experto.

El tsunami del Mar del Norte

Los científicos han sugerido que, hace más de 6.000 años, un fuerte aumento del nivel del mar, atribuido a un rápido derretimiento del hielo, causó un desplazamiento de unos 300 kilómetros de tierra. Esto generó un tsunami que alcanzó 20 metros frente a las Islas Shetland, los 10 metros frente la costa noruega y los seis metros frente al norte y oeste de Escocia. En caso de que la Tierra experimentará un cambio climático tan rápido, un evento similar podría ser posible.

El grande de Cascadia

La tasa de movimiento del fondo del océano Pacífico, frente a la costa oeste de América del Norte (desde el norte de California hasta Vancouver) es de 40 milímetros al año, pero la parte superior del sistema se encuentra actualmente estancada, lo que significa que la placa de América del Norte se está comprimiendo. En algún momento, la presión se liberará en forma de un gran terremoto, "quizás hasta de una magnitud de 9", señaló Blackett.

El fenómeno podría provocar el hundimiento de hasta dos metros de la región costera y un posible desplazamiento horizontal de 30 metros. Y habría más: la costa podría ser golpeada con un tsunami "que podría eclipsar a la onda japonesa de 2011". En los últimos 10.000 años, la región donde viven 7 millones de personas ha registrado 41 grandes terremotos que se producen con un intervalo de 244 años, en promedio; el último registró una magnitud de 9 y fue hace 315 años.

 

Una llamarada solar

Periódicamente, el sol emite una llamarada solar, es decir, una intensa nube de fotones energéticos con la energía de millones de bombas de hidrógeno. Una vez liberada, estas nubes llegarían a la atmósfera superior de la Tierra en un día o dos.

Uno de los mayores eventos conocidos fue en 1921, el que dejó sin servicio al telégrafo de Estados Unidos. Los científicos han advertido que si sucede un fenómeno similar en la actualidad podría "noquear" a muchos satélites, desactivando las comunicaciones globales, internet y el sistema de posicionamiento global. La intensidad de las llamaradas solares varía en un ciclo de aproximadamente 11 años y, afortunadamente, 2014 registró el pico más reciente sin un impacto significativo.

Autores

Cromo - El Observador