Bernardo Miretzky, Technology Specialist de AMD, explica los cambios fundamentales en la industria de los procesadores de los últimos años y teoriza sobre lo que vendrá para las siguientes generaciones.
Santiago. Buscar el máximo nivel de desempeño y rendimiento en un sólo procesador, es un objetivo que no sólo persiguen los usuarios comunes de la tecnología, sino que también la mayoría de las organizaciones que dependen fuertemente de la computación es un procesos productivos.
Y el mercado que desarrolla estos componentes ha estado movido. Hace poco, Advanced Micro Devices Inc. (AMD) lanzó su procesador APU-Fusion, que al unir el CPU con el GPU permite que los circuitos queden más cerca logrando mejor desempeño.
A unos meses de la presentación de esa nueva tecnología, Bernardo Miretzky, Technology Specialist de AMD, evalúa cómo ha funcionado y de paso explica los cambios fundamentales en la industria de los procesadores de los últimos años y teoriza sobre lo que vendrá para las siguientes generaciones.
- ¿En qué etapa nos encontramos actualmente en el desarrollo de procesadores?
- Hoy estamos en un momento en que cada vez más aplicaciones son usadas por las personas, porque tienen un componente común: el cómputo visualvisual. De hecho, hasta
aplicaciones que antes uno pensaría que no tienen que ver nada con lo visual, como Microsoft Office 2010, utilizan fuertemente las herramientas y tecnologías de cómputo visual que se encuentran en el mercado, y cuando hablo de esto me refiero a las tarjetas gráficas. Quizás la gran novedad para mucha gente es que ya pasaron de ser sólo para videojuegos, pues ahora también son un componente fundamental para la experiencia diaria que tienen en la máquina, desde un netbook a un desktop, pasando hasta por servidores para empresas.
Me duele hablar un poco de los netbook, porque el usuario final lo asocia a una experiencia de uso bien limitada (un video en YouTube en 720p se relentiza), donde el valor agregado es el tamaño y no los gráficos o la velocidad. Pero, sin embargo, hay equipos con tecnología APU (Accelerated Processing Unit), como la llamamos nosotros, que no es un CPU (Central Processing Unit) ni un GPU (Graphic Processing Unit), es un nuevo tipo de procesadores que une estas 2 especies. Y este APU permite que en máquinas del tamaño de un netbook se pueda obtener una experiencia fluida aún en contenido exigente, como videos de alta definición o juegos, sin sacrificar rendimiento de energía.
- ¿Ya superamos la concepción de procesador que se tenía hace algunos años entonces?
- La concepción de procesador que teníamos hace un par de años se está perdiendo, es un cambio de mentalidad que va a llevar un tiempo que la gente lo acepte. Por ejemplo, antes se hablaba mucho de los Ghz en los procesadores y fue un cambio abrupto cuando se empezó a hablar de núcleos. Aún la gente considera los Ghz como algo importante, y esto es un cambio radical, lo estamos remplazando por esta tecnología de procesamiento llamada APU. Pero principalmente, me parece que el punto más importante es que va a permitir que la gente aproveche esta capacidad: el procesamiento en paralelo, para desarrollar un nuevo tipo de aplicación que antes era impensada.
El futuro de la computación está en los procesadores: el “todo en uno” es la tendencia que se viene. Lo que va a provocar esto a largo plazo, es que las placas
de rango bajo van a desaparecer porque la potencia de los APU las reemplazarán. Los APU del año que viene van a reemplazar ya el chipset que trae los controladores de audio, usb, etcétera. Va a estar todo cada vez más consolidado.
- ¿Qué viene después del APU? ¿Qué nuevas tecnologías se están desarrollando para superar las limitaciones que actualmente tienen el procesamiento?
- Nosotros hace 3 años teníamos bajo el logo de la marca de AMD la frase que decía “The future is fusion” y el 5 de enero de este año lanzamos el procesador Fusion. El futuro viene por el procesamiento en paralelo, pues siempre las tecnologías de PC vienen pensadas con procesamiento lineal: una cosa después de otra. El paralelo es sencillo, pero es un cambio total.
Lo que Intel ofrece como tecnología 3D, que desde el punto de vista de ingeniería me parece que traerá beneficios a nivel de eficiencia de uso de los recursos, pero no significa un cambio radical en lo que es la experiencia general de la gente. Van a permitir equipos de menor tamaño: estamos hablando de que los procesadores 3D van a pasar de tener transistores planos, a tener una forma tridimensional, teniendo una eficiencia mejor del voltaje que pasa por un procesador. Esto mejoraría la experiencia a nivel de consumo y tamaño, pero no en una experiencia general. Por otra parte, la computación cuántica hace más de 20 años que se está hablando de ella. Realmente hay mucho campo para desarrollar, pero lejos de lo que es procesamiento paralelo.
- ¿A qué tipo de equipos se podrá acceder, tanto a nivel de usuario como en empresas?
El mayor beneficio es que la gente se comenzará a encontrar con equipos cada vez más económicos, pero a la vez mucho más performantes: mejor uso de recursos energéticos y mayor duración de batería. Vamos a estar hablando en serio con esa promesa de 9 horas de batería en una laptop y jugando con mejor calidad que las consolas de última generación como la PlayStation 3 o la Xbox 360. Además, estos procesadores permitirán el avance de todo lo que es domótica, la administración de su casa como el aire acondicionado o la heladera, que es algo aún no desarrollado de forma masiva: hoy los equipos lo permiten y el System on a Chip (SoC) permitirá que con equipos más chicos puedas controlar absolutamente todo de forma súper fluida.