El encargado de lanzar la aplicación en Chile y el resto de la región explica porqué Santiago es una buena plataforma para los nuevos negocios, la tecnología y el mercado del estilo.
Con sede en San Francisco, las oficinas de la aplicación para captar taxis de lujo Uber, suman la capital de Chile a las otras 70 ciudades donde prestan el servicio. Patrick Morselli viene llegando del lanzamiento de Uber en Bogotá y Cali en Colombia dentro de sus funciones de liderar la expansión en Latinoamérica y dice que le gustaría conocer nuestra ciudad como turista. Ahora a bordo de los móviles de lujo de la compañía, quizás no todo sea trabajo para él.
Para la llegada del plan a la región, Patrick dice que juega a favor la percepción que se tiene Santiago comoda una ciudad moderna, eficiente y organizada donde las personas requieren moverse con estilo y confort. "Creo que hay una respuesta cultural sobre la forma en que deseas viajar, si buscas seguridad y estilo. A eso apuntamos, no traemos ideas preconcebidas", dice sobre el servicio que cuenta con vehículos de gama y marcas como Mercedes Benz, Hyundai o BMW.
Por eso se evalúa de manera distinta cada lugar donde Uber extiende su red de móviles de lujo. En Bogotá por ejemplo el color blanco de los móviles va a tono con la idea del transporte de pasajeros allá a diferencia de las discretas vans y autos de gama alta que se mueven por calles chilenas.
En Los Ángeles, Uber puede prestar el servicio de viajes en helicóptero para saltarse el taco e incluso una red de bicicletas como se vio en la última Comic Con para los más jóvenes, prepocuados de su huella de carbono. "Acá en Chile hay más libertad para implementar la aplicación y sus vehículos, orientando el servicio a coches de diseño y de lujo que es lo que quiere el mercado local", agrega Morselli.
Todo servicio
La aplicación Uber, que reúne en la extensa ciudad una práctica red de taxis de lujo a los que se accede desde el smartphone opera en Chile con precios que son altamente competitivos con los de los radiotaxis, pero a cambio ofrecen la posibilidad de contar con un chofer profesional, seguir la ruta del viaje en el celular o contar con algo tan sencillo como un refresco durante la carrera.
Ojo, que Uber no trae ningún vehículo, es una empresa de tecnología que conecta al usuario con empresas de transporte dueñas de móviles de calidad. "Las empresas que participan de la aplicación van desde grandes flotas a pequeños empresarios dueños de un par de coches", acota Patrick. "Así, Uber también favorece a quienes deciden invertir en otro vehículo para captar una mayor clientela", explica.
El perfil de usuarios de ésta aplicación es muy amplio, dicen los gestores. Hablan de un grupo de gente que va desde los 18 a los 60 años, que se manejan regularmente bien con sus smartphones y que acceden al servicio tanto como para asistir a un matrimonio como para pasar las llaves durante una salida nocturna, agrega.
"Creemos que el acto de pedir un taxi a través del celular se va a volver más cotidiano, día a día. A medida que esto pase y vayamos contando con mayor disponibilidad de coches los precios se van a ir ajustando mucho más bien a la relación calidad precio", dice el joven ejecutivo.
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