Estos requerimientos acusan a la firma de la manzana de fraude, publicidad engañosa y enriquecimiento ilícito.
Esta semana, el medio The Wall Street Journal reveló que Apple ha recibido "docenas" de demandas por el caso de iPhone relantizados. Esto surge luego que la firma de la manzana reconociera que su sistema operativo iOS estaba programado para que ciertos dispositivos se volvieran más lentos a medida que sus baterías perdían capacidad. Una medida que, según revelaron los expertos de la compañía en su minuto, buscaba evitar el deterioro acelerado de estos componentes.
Aun así, la compañía habría recibido al menos 59 demandas interpuestas por clientes, según el medio estadounidense, en las que se acusa a Apple de fraude, publicidad engañosa y enriquecimiento ilícito.
Esta cifra triplica las denuncias recibidas en 2010 por la frecuencia con la que se colgaban las llamadas en el iPhone 4.
Antes de este escándalo, la compañía ya había reconocido que ralentizaba intencionadamente los teléfonos más antiguos cuando se descarga una nueva actualización del software, pero aseguró que esta medida buscaba alargar la batería de los móviles y evitar que colapsaran.
No obstante, no fue sino que hasta el pasado 28 de diciembre que la empresa dirigió una carta a sus clientes en la que pedía perdón por el "malentendido" y reveló que rebajaría el precio de sus baterías. Menos de un mes después, la empresa habilitó -además- un modo para desactivar esa ralentización.
Desde finales de enero y hasta diciembre de 2018, cambiar la batería de un iPhone 6 o un modelo posterior costará US$50 menos, ya que el precio pasará de US$79 a US$29.