La potencia tecnológica ya sufre la presión de las dudas en torno a la salud de su emblemático presidente Ejecutivo, Steve Jobs, que este lunes anunció que tomará una licencia médica. Mientras los analistas se desviven debatiendo sobre el futuro de la firma tras este nuevo retiro, las acciones de Apple caen, pero las ventas suben y los productos de la compañía ya están en el horno para una nueva temporada en las vitrinas mundiales.
El gigante informático estadounidense Apple viene saliendo de una década extraordinaria. El lanzamiento del iPod, iPhone y iPad, sus más comercializados productos, no sólo ha repercutido en el precio de la acción de la compañía, sino que también en la reconfiguración de las industrias de la música, telefonía, computación y el entretenimiento en general.
En el centro de toda esta revolución tecnológica está la figura de Steve Jobs, el delgado ejecutivo que a los 21 años comenzó desde cero la firma que luce como logo nada más que una simple manzana. Forjador del principal centro de innovación mundial, a Jobs no le ha sido fácil el tránsito por su propia compañía, pues complejas enfermedades (páncreas e higado) en más de una ocasión lo han obligado a salir de las pistas del primer mundo de la tecnología. Hoy, el fundador de Apple nuevamente se aleja afectado por una enfermedad que ni él ni sus cercanos han querido revelar. Mientras eso sucede, la desarrolladora del iPad navega en un contradictorio océano que se debate entre fuertes caídas en las bolsas de comercio debido a la incertidumbre por su repentina partida, y un reporte de estados financieros sólido que deslumbra a los brokers mundiales.
Y es que el cerebro de Apple dejó en buen pie a la compañía con ventajas que están bien documentadas: la propagación global del iPhone, que se espera venda más de 60 millones de unidades este año, el alza del iPad, que por sí sólo creó al mercado de los computadores tablet, y el crecimiento sostenido de la renacida línea de computadores Mac. Un brillante desempeño para una compañía de cualquier tamaño y ni hablar de una firma con un valor de mercado que supera los US$300.000 millones.
Sin ir más lejos, este martes Apple Inc. reportó ventas mayores a las esperadas para su primer trimestre fiscal gracias a una fuerte demanda de iPhones y iPads durante el receso de fin de año. Los ingresos de la tecnológica saltaron un 71% a US$26.700 millones, por encima de la expectativa promedio de los analistas de US$24.400 millones, según Thomson Reuters.
Sin embargo, parte de este valor de mercado podría verse afectado seriamente en el corto plazo tras la salida de Jobs, puese según dice Richard Windsor, especialista en tecnología global de Nomura, el ejecutivo "es considerado por el mercado como una fuerza mayor en la dirección estratégica de Apple". Por lo mismo, "si su cáncer al páncreas ha regresado, uno podría sentirse bastante preocupado", comenta el analista.
Por su parte, el analista de Gleacher & Co, Brian Marshall, entrevistado por Forbes, estima que la acción de Apple puede llegar a caer hasta un 15% en Estados Unidos debido a la salida de Jobs. Es más, Marshall, a diferencia de las dos ocasiones anteriores, ve difícil que el creador de la compañía vuelva a encabezarla y establece sólo un 50% de probabilidades de retorno. "Creo que ésta es la última vez en que le veamos a Steve como consejero delegado. Creo que Tim Cook será nombrado en su lugar en algún momento del año", dijo el experto.
Y quizás algo de razón tiene Brian Marshall, pues en el mail que envió Jobs a sus trabajadores anunciando que el directorio de la empresa le había otorgado un permiso para atender su salud, sólo dijo esperar "estar de vuelta tan pronto como pueda", sin precisar una fecha ni el motivo exacto de la ausencia.
Pese a ello, el ejecutivo tomó medidas para la tranquilidad de los consumidores de los iPod, iPhone y iPad y también para el propio valor de los papeles de Apple en el mercado. Y claro, pues durante su ausencia quedará a cargo de la empresa precisamente Tim Cook, jefe de operaciones de la compañía, quien ya lo reemplazó en dos ocasiones. La primera fue en 2004, cuando el CEO y fundador se recuperaba de una cirugía destinada a curar un cáncer de páncreas. Luego lo hizo en 2009, cuando Jobs se retiró entre enero y junio debido a un nuevo tratamiento médico.
Tim Cook, ejecutivo de bajo perfil, pese a entregar la compañía con un 66% de alza en las acciones la última vez que la comandó, apenas logra convencer al mercado que sigue mostrándose reacio a la salida de Jobs, el alma de Apple. El analista del sitio financiero 247wallst.com, Douglas McIntyre, dijo que "Jobs es considerado prácticamente el único arquitecto del fenomenal éxito de Apple (...) controla todos los detalles de la creación y el mercadeo de los principales productos del grupo".
Dudas sobre un nuevo retorno de Steve Jobs a la presidencia Ejecutiva de la compañía existen y no serán fáciles de aclarar por lo menos en el corto plazo. Por mientras, los productos Apple, como el iPad 2 que debería ser lanzado en los próximos días, seguramente seguirán conquistando fanáticos en el mundo entero, pues se trata de tecnolgía que aún cuenta con la firma de su fundador.
Jobs creó Apple en 1976 junto a Steve Wozniak en el garaje de su familia. Casi 10 años más tarde, sin embargo, fue despedido de la empresa por el entonces consejero delegado, John Sculley. Jobs aprovechó la oportunidad para reinventarse y al poco andar fundó NeXT y la productora Pixar, creadora de grandes éxitos de la animación como Toy Story, Cars o Wall-e, hoy propiedad de Disney. En 1997 volvió a tomar el mando del grupo, que estaba en dificultades financieras, y de la mano de las iMacs, que en 1998 convirtieron las computadoras personales en un producto "de diseño", cimentó las bases de una nueva época de oro para la compañía de la manzana.
