La muerte del genio creativo aún se lamenta en los pasillos de la empresa que fundó en un garaje.
Una batuta más corporativa que mágica conduce hoy las estrategias de Apple a un año justo de la muerte de Steve Jobs, cofundador de la empresa que, sin su genio y obsesión por la perfección, llega a la fecha luego de disculparse con sus clientes por las fallas en su programa de mapeo, aunque ostentando el cetro de ser la compañía más valiosa del mundo.
El cinco de octubre de 2011 el cáncer dio por terminada la carrera de un visionario que revolucionó la forma de hacer y consumir tecnología: Steven Paul Jobs.
Bajo su visión y la de su socio Steve Wozniak, en Apple fueron revalorizadas la música, el video y la telefonía, reproducidas y disfrutadas de formas no imaginadas.
Sin él, la manzana y su entorno entraron a una nueva etapa bajo la dirección corporativa de Tim Cook, aliado, compañero y amigo cercano de Jobs, quien tras recibir las riendas de la empresa dejó atrás el luto y la llevó a superar –el pasado 20 de agosto– el récord establecido por Microsoft en 1999 como la empresa más valiosa, al llegar sus acciones ese día a 665.15 dólares cada una. Prueba del cambio fue la disculpa emitida por Cook hace una semana a los usuarios del Maps de Apple, incluido en el sistema operativo iOS 6. En su momento, Jobs, lejos de disculparse, terminó culpando al público del mal desempeño del iPhone en 2010 cuando hubo quejas por la interrupción abrupta de las llamadas.
Cuestión de estilos
Quienes han seguido de cerca a la firma también han notado la diferencia en los lanzamientos de nuevos equipos a lo largo de los últimos 12 meses. Con un Yerbabuena Center nostálgico, pero sin mencionar a Jobs, cientos recibieron el iPhone 4S, que trajo a la vida a Siri, su políglota asistente de voz, quien tampoco mencionó a Jobs.
Y es que, aunque estos proyectos fueron diseñados por Steve Jobs durante sus últimos años al frente de Apple, la manera de mostrarlos al público varió ante su ausencia. En la presentación del iPhone 5 no llenaron el espacio los temas de The Beatles o Bob Dylan, sino octavas en vivo de los Foo Fighters.
Observado por todos y comparado hasta la saciedad, Cook se ha destacado por desempeñar un liderazgo menos mítico y más corporativo.
Bajo su mando la firma cambió las tonalidades del iPod, que fue monocromático por años, y presentó un iPhone 5 con pantalla más grande del que se vendieron cinco millones de unidades en su primer fin de semana a la venta.
Pero hay cosas que no varían. como las largas filas afuera de las tiendas para obtener uno de estos equipos y la expectativa de empresarios y fans ante cada movimiento de la empresa.
A su regreso a Apple en 1997, de donde fue despedido por diferencias con los directivos, Jobs afirmó que quien estuviera dispuesto a cambiar el mundo debía pensar diferente, misión que Apple aún con Cook, continúa pues sigue reinventándose.