Las aves utilizan un dispositivo tecnológico con GPS y capaz de monitorizar los niveles de ozono, compuestos volátiles y dióxido de nitrógeno del aire.
Beijing, en China, y Nueva Dheli, en India, son dos de las ciudades más contaminadas del mundo. En ellas se considera insalubre y riesgoso vivir por la cantidad de gases tóxicos que emanan las miles de industrias instaladas en ambos sitios. Más cerca, Ciudad de México -la más polucionada de América- y Lima tienen alto nivel de contaminación.
Londres, si bien no es uno de los lugares más contaminados del mundo, tiene los 50 puntos con más polución de todo el Reino Unido. La empresa Plume Labs, a través de su proyecto "Pigeon Patrol", implementó la utilización de una patrulla de palomas de carrera, a las que les colocan un chaleco con sensor y las liberan en distintas zonas de la capital inglesa para medir la calidad del aire.
El dispositivo de medición que llevan las palomas en el lomo pesa 25 gramos, por lo que no afecta el vuelo de las aves. Tiene GPS y es capaz de monitorizar los niveles de ozono, compuestos volátiles y dióxido de nitrógeno.
La primera patrulla de palomas volará por tres días. En ese tiempo, cualquiera puede consultar en la web de Pigeon Patrol o en la cuenta de twitter (@PigeonAir) los resultados que van obteniendo a medida que se hacen de la información. Por ejemplo, hay consultas sobre Webminster, la zona donde se encuentra el Big Ben, que -según la respuesta- tiene "alta polución". Los niveles son moderado, alto, muy alto y extremo.
A su vez, el usuario puede proponer barrios que pretende que sean medidos. Los resultados de los primeros tres días de medición serán analizados por investigadores medioambientalistas, quienes ayudarán a desarrollar medidas para combatir la contaminación.
La segunda etapa aún no tiene fecha de lanzamiento, pero desde la companía británica pretenden que las personas que acostumbran a viajar por Londres, se inscriban al proyecto para poder portar un sensor y generar una amplia red de monitorización.