La reconocida compañía de entretenimiento se declaró en bancarrota en Estados Unidos esta semana. Para lograr mantener sus proyectos en el futuro, con juegos digitales y móviles, venderán su famoso logo y alguno de sus clásicos títulos.
Esta mañana Atari Inc. llenó la solicitud del capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos para separarse por completo de su socio en Francia, Atari SA.
Durante los próximos 90 a 120 días, la compañía subastará muchas de sus propiedades bajo la sección 363 del Código de Bancarrota, incluyendo su logotipo y varios de sus clásicos juegos como Pong, Asteroids, Centipede, Missile Command, Battlezone y Tempest.
La compañía también tiene pendiente de aprobarse una inversión de deudor en posesión de US$5,25 millones, de fondos manejados por el asesor de inversión Tenor Capital Management.
Con estos movimientos la firma de videojuegos espera recuperarse para seguir en el negocio de los juegos digitales y móviles, producción que lo mantuvo activo durante los últimos años.
A través de los años
La historia de Atari se remonta a los inicios de los videojuegos donde fue una de las primeras compañías más conocidas en el mundo. La creación no sólo de juegos, sino también su aporte a las primeras generaciones de consolas caseras ayudó a establecer marcos de negocio. La mayoría de las personas reconoce a esta compañía más por aquella etapa que su labor y negocios de los últimos años.
Esta es la historia de años recientes de la compañía: lo que ahora es Atari Inc., en 1993 fue fundado como GT Interactive, la cual en 1999 fue comprada por la compañía francesa Infogrames Entertaiment y entonces se convirtió en Infogrames Inc.
Por otro lado, Hasbro Interactive, compró Atari Corporation en 1998, y luego fue comprada por Infogrames Entertainment. Fue así que Infogrames Inc. (originalmente GT Interactive) se convirtió en Atari Inc. en 2003, pero fue hasta 2008 cuando Infogrames Entertainment compró por completo la compañía.
En 2009, Infogrames Entertainment cambió su nombre a Atari SA, compañía de la que está intentando librarse Atari Inc. al hacer esta declaración y registros de bancarrota.