Compañía argentina Biomatter se encuentra desarrollando un kit quirúrgico para la regeneración de al piel en quemaduras profundas o úlceras que no cicatrizan.
Este lunes en Chicago comenzó la convención internacional de biotecnología BIO2013, donde Argentina presentó un material para la regeneración de piel quemada, un implante para la reconstrucción del cráneo y una proteína de coagulación para hemofílicos.
Elida Hermida, investigadora de la Universidad de San Martín (UNSAM) y del Conicet, llegó a la BIO2013 con Biomatter, un consorcio asociativo entre esas instituciones públicas, el laboratorio nacional MediFarma y dos emprendedores particulares.
“Como consecuencia del consorcio público privado, se desarrolló la empresa de base tecnológica Biomatter, que lleva adelante el desarrollo de un kit quirúrgico para regeneración de piel en quemaduras profundas o úlceras que no cicatrizan”, contó Hermida a Télam.
Biomatter busca desarrollar y fabricar un equipo para la regeneración de la piel que incluye en un único procedimiento quirúrgico la herramienta para la biopsia, el dispositivo automático para la obtención de las células de la piel y una membrana bioabsorbible para el crecimiento simultáneo de la dermis y la epidermis.
La biotecnología irrumpió en la industria a partir de su extraordinaria capacidad de utilizar agentes y procesos biológicos aplicados a la fabricación de medicamentos, productos para la bioremediación de residuos, bioenergía o creación de especies vegetales y animales transgénicas, entre muchos otros.
Dedicado a la producción de derivados plasmáticos, el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba es la planta fraccionadora de plasma humano con mayor capacidad de producción y comercialización de Sudamérica en Inmunoglobulina G endovenosa, Gamma Antitetánica y Factor 8 antihemorrágico para la Hemofílico.
“Nosotros queremos ampliar nuestra producción para dedicarnos también a las proteínas recombinantes similares al plasma, como serían los factores de coagulación”, dijo Susana Vitali a Télam.
La última incorporación es “la producción de Factor 9 recombinante que se utiliza en la Hemofilia B, que actualmente es importado y es muy caro“.
“Nuestro laboratorio de la Universidad de Córdoba tiene un función social y brinda una serie de medicamentos que la hace reguladora de precios, ya que las empresas multinacionales pueden registrar también estos productos y nosotros tratamos de nivelar precio en el mercado nacional”, afirmó.
Otro de los protagonistas de la BIO2013 es Bioymanai, del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM, que ofrece el desarrollo de proteínas recombinantes en una bacteria, desde el aislamiento de genes hasta que se completa el proceso.
Raomed en tanto es una empresa cordobesa nueva “que se dedica a los desarrollos tecnológicos para la Medicina, y el Ministerio nos invitó a la Convención porque fuimos seleccionados para un proyecto de reconstrucción de cráneos a medida”, contó Santiago Olmedo a Télam.
“Nosotros reconstruimos la bóveda craneal cuando tiene algún defecto por un tumor o un accidente de tránsito, a partir de la imagen de una tomografía computada que se procesa para diseñar la corrección del defecto, y luego se transforma en un molde para fabricar un implante en distintos materiales”, describió Olmedo.
En Argentina, este desarrollo hace bajar significativamente los costos del implante, que por ahora es importado.
Olmedo planteó que, “independientemente de que parezca una cuestión estética, desde el punto de vista social los pacientes que anteriormente se escondían, vuelven a socializarse”.
Y consideró que “Argentina tiene creación y empuje, por eso yo digo que somos grandes innovadores, porque no sólo nos dedicamos a la creación, sino que la llevamos a la práctica”.
Eliseo González, del Centro de Diagnóstico Molecular, trabaja junto con el Hospital Italiano en ensayos clínicos de proteínas recombinantes.
“Hoy han cambiado todas las legislaciones con respecto a los aspectos regulatorios y, con relación a las necesidades de los laboratorios nacionales, podemos dar buena respuesta porque hacemos fármaco-vigilancia”, dijo González a Télam.
González contó que, a partir del año pasado, “las oficinas regulatorias de Europa y Estados Unidos establecieron como una prioridad la respuesta inmune, y esos análisis que hasta ahora no eran exigidos por nuestra autoridad regulatoria, es algo que estamos desarrollando junto a los que fabrican esas proteínas”.
Hasta el 25, la BIO2013 funcionará con más de 16.000 especialistas de 65 países, con 32 empresas que integran la Cámara Argentina de Biotecnología y cuatro nuevas que se crearon con financiamiento estatal.
En el Pabellón Argentino, cofinanciado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y la Cancillería Argentina, las 32 empresas nacionales y el área de Vinculación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, liderada por Santiago Villa, mantenían reuniones en continuado en el espacio del Pabellón Argentina.
El miércoles próximo, el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, hará una ponencia sobre “Regulación biotecnológica y políticas públicas en Argentina: impacto en los bionegocios”, junto a Esteban Corley, de la Cámara Argentina de Biotecnología.