La mitad de todos los usuarios de internet vivimos en 'Facebookistán', pero, ¿qué tanto comprendemos la nueva dictadura en la cual vivimos?.
Si Facebook fuera un país, su población competiría con la del país más poblado de la Tierra. Esa es una de las conclusiones que surgen del informe de ganancias del tercer cuarto del año de la red social, publicado el pasado martes.
Facebook anunció entonces que sus usuarios mensuales activos llegaron a los 1.350 millones. Esto está a punto de igualar la población de China y es 9% mayor que la de India. Según estos números, cerca del 20% de la población mundial ingresa a la plataforma una vez al mes. Y si miramos solo a los usuarios de internet globales, casi la mitad de ellos usa el sitio de forma activa.
De más está decir que estos datos configuran una divertida trivia. Pero la comparación de Facebook con países reales también sirve para resaltar el poder que tiene sobre la vida e identidad de sus usuarios. Un poder que, según algunos estudiosos del derecho y críticos de los medios de comunicación, es bastante análogo al que ejercen algunos gobiernos de la vida real sobre sus ciudadanos.
Jerárquico, paternalista y oscuro
En el libro Consent of the Networked (algo así como “El consentimiento de los que están en las redes”), publicado en 2012, por la periodista y tecnóloga Rebecca Mackinnon se refiere a la red social como 'Facebookistán'. En su opinión, la estructura de gobierno jerárquico, paternalista y sin transparencia es muy similar a las dictaduras que pueden verse hoy.
Facebookistán les dice a sus ciudadanos cómo deben ser, al tiempo que recopila y cruza sus datos. Y, por encima de todo, insiste con que sabe qué es lo mejor para ellos. Incluso ha llegado a ir tan lejos como manipular sus sentimientos en lo que fue un experimento social del cual mucho se comentó al ser publicados los resultados, en julio pasado.
Puede que Facebook no sea capaz de cobrar impuestos o enviar a prisión a sus habitantes, pero directivos, programados e ingenieros sí ejercitan una forma de gobierno sobre las actividades e identidades de quienes están online”, escribió la periodista Rebecca Mackinnon
De todos modos, lo más importante, por supuesto, es la enorme influencia que Facebook ejerce sobre los movimientos políticos y activistas, el periodismo y la privacidad. En tanto empresa con fines de lucro, la red social se ha enfocado en las ganancias. Por eso, sus ciudadanos solo son consultados o informados sobre estos temas de forma superficial.
“Facebook no es un país físico”, escribió MacKinnon en aquel entonces. “Pero con 900 millones de usuarios, su población es la tercera del mundo, superada solo por China e India. Puede que no sea capaz de cobrar impuestos o enviar a prisión a sus habitantes, pero directivos, programados e ingenieros sí ejercitan una forma de gobierno sobre las actividades e identidades de quienes están online”, explicó.
Ahora que la población de Facebook compite con la de China y supera la de India, esos asuntos solo se han vuelto más acuciantes. La mitad de todos los usuarios de internet vivimos en Facebookistán, pero, ¿qué tanto comprendemos la nueva dictadura en la cual vivimos?
Crédito: dazeinfo.com